El gobierno introdujo en la nueva ley de bases una versión «acotada» de la reforma laboral reaccionaria y antiobrera del DNU 70/2023.

Durante los primeros días de gobierno Milei lanzó un ataque directo a los de abajo con el infame DNU 70/2023, que casi no dejo sector sin atacar. El apartado laboral, que constituía una reforma laboral reaccionaria y antiobrera, ha sido declarado inconstitucional por la justicia. En su momento el anuncio del DNU despertó una ola de repudios que decantaron en cacerolazos en todo el país y la CGT tuvo que ponerle fecha a un paro con movilización el 24 enero. Gracias a la lucha en las calles, ni la Ley Ómnibus ni el apartado laboral del dnu pasaron.

Milei busca que la realidad deje de decirle que no. Esta vez pretende que al menos una parte de esta reforma se implemente. Pero la reforma acotada no es inofensiva. Al contrario, consagra una destrucción histórica de derechos laborales.

La reforma laboral «acotada»

• Cuota sindical. Con un artículo se pretendía limitar el descuento compulsivo, a todos los trabajadores (afiliados o no) nucleados bajo un mismo convenio colectivo. Esta cuota constituye una parte considerable de las arcas de los gremios, en especial de los mas grandes.
• Tomas de lugares de trabajo y bloqueos. Se elimina la intención de volver causal de despido las medidas de fuerza de este estilo. Pero en cambio se pretende introducir reformas en el Código Penal, es decir que se busca la criminalización de los que luchan.
• Ultraactividad. Uno de los pilares mas importantes del derecho laboral. No se avanzará en este respecto en la nueva reforma, los convenios se mantienen válidos a pesar de no haber acuerdo entre patronal y sindicato.
• Multas. Una parte del DNU 70 incluía toda una batería de artículos que eliminaban o achicaban multas a la patronal por el empleo en negro. También se eliminó este apartado.

Mientras que los puntos que persisten son:

• Período de prueba. Se redujo el espectro de alcance. Ahora serán sólo las «Pymes» las que podrán aumentar los periodos de prueba. Lo cual no deja de ser un problema ya que muchas empresas se registran como Pymes pero pertenecen a la gran burguesía y facturan millones de dólares. El periodo de prueba podrá ser de hasta ocho meses en las compañías de seis y hasta cien trabajadores; y de hasta un año en las empresas de hasta cinco empleados.
• Fondo de cese laboral (al estilo Uocra). Se mantiene la misma idea que en el DNU. Tras un acuerdo en la modificación del convenio (agachada) se podría reemplazar el mecanismo de indemnización por un fondo de desempleo. El monto del aporte mensual, que no podrá superar el 8% del salario, pasaría a ser parte de las cargas patronales. Este artículo, en sumo peligroso, fue muy criticado porque descontextualiza la particularidad de un rubro (UOCRA) llevándolo a cualquier otro para beneficio de las patronales.
• Discriminación. Habría un “agravamiento indemnizatorio” en los despidos que se comprobase hubiesen sido actos discriminatorio. Pero váyase a saber que es discriminación para este gobierno y quien tomaría las denuncias.
• Simplificación registral. Se reduce el espectro de facilitación de registro de trabajadores para empresas de hasta 20 empleados. Básicamente, se facilita por ley el trabajo en negro.

En definitiva los cambios son bastantes, pero la reforma no deja de ser un ataque, y uno bastante peligroso. Resta ver si con esto la CGT se quedará conforme y desactivará el paro del 9 mayo. Al paro le pusieron fecha lejana con este propósito, arreglar con el gobierno una reforma que los ayude a justificar el no tener que mover un dedo en defensa de los trabajadores.