En la madrugada del sábado, Soraya recibió un disparo en el pecho. Ella estaba en la zona roja de La Plata, junto a sus compañeras travas, cuando un Ford Ka gris se les acercó. Según contaron las testigos, hubo un primer acercamiento en el que cruzaron palabras y Soraya se alejó. El auto después volvió para gatillar dos veces -según el informe de policía científica-. El otro disparo golpeó a la pared.
Quienes la auxiliaron desde el primer momento fueron las compañeras que se encontraban allí, que la llevaron en taxi hasta el Hospital Gutiérrez. Minutos después de llegar a la guardia, falleció. En la misma semana que todo el arco oficialista festeja -nuevamente- otro tratamiento en el Congreso sobre Cupo Laboral Trans, Soraya terminó convirtiéndose en otro ejemplo de la desidia estatal hacia el colectivo trans-travesti.
Desde la Comisión por Tehuel de La Plata convocaron inmediatamente a una concentración frente a la Fiscalía, en 7 y 56. Ese sábado por la tarde, las agrupaciones feministas independientes que participan del espacio -como Las Rojas-, debatieron acciones para conseguir Justicia por Soraya. Se resolvió movilizar el martes 22, desde Plaza La Moma (1 y 66), pasando por la esquina del travesticidio hasta Gobernación y el Ministerio de las Mujeres y Género de la Provincia de Buenos Aires.
El principal reclamo fue hacia el Estado. En ese tono se denunció que el Cupo Laboral Trans no es realmente inclusivo como dice el gobierno. Lo que sucede en la realidad, es que les siguen poniendo trabas al colectivo trans. Para que puedan acceder al Cupo, se les exige que tengan secundario completo y que no tengan antecedentes penales. Quienes tengan un mínimo contacto con la materialidad del colectivo trans travesti sabe del hostigamiento sistemático de las fuerzas represivas hacia las compañeras (hostigamiento a tono con el discurso transodiante de Sergio Berni) y de las acusaciones inventadas.
Por otro lado está la situación de la educación, que se dificulta por la marginación social en la que viven la mayoría de las compañeras y que el Estado no es garante para que accedan a este derecho. A esto se le suma el sesgo xenofóbico, que en el caso de Soraya pesa también su carácter de migrante.
Otro de los principales reclamos fue la aparición con vida de Tehuel de la Torre, el joven trans desaparecido hace más de 100 días en la localidad de Alejandro Korn cuando fue a una entrevista de trabajo.
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Desde Las Rojas hicieron hincapié en la necesidad de mantenerse organizadas y en las calles. De esa manera se puede conseguir Justicia por Soraya y la Aparición con vida de Tehuel.
