
Se ha declarado el cierre total del barrio tal y como se hizo con Villa Azul, sin un despliegue de atención sanitaria acorde. La respuesta es sostener adentro los contagios, poniendo en riesgo a los 1700 habitantes del lugar, y que no se expandan más allá. No hay testeos masivos para conocer a fondo hasta donde llega la expansión del virus.
En consecuencia, se anunció que el barrio estaría cerrado a la circulación a partir de hoy viernes. Todavía no están dispuestas las formas en las que se realizaría el abastecimiento de comida, elementos de limpieza, etc.
El día de ayer, el intendente Julio Zamora había ya anunciado que se trataba de uno de los principales focos de rápida expansión del Covid-19 sin preocuparse por decir que se trata de un lugar abandonado a la atención de la pandemia. Luego de que se convirtiera en un foco posiblemente explosivo es que decidieron tomar cartas en el asunto: con métodos policiales de control y no sanitarios. Todavía se aguardan los resultados de 31 hisopados. La mayoría de los infectados presentarían síntomas leves o nulos.
Buena parte de la población del barrio es pobre y tuvo que afrontar la cuarentena casi sin asistencia. Apenas hace unos días se llegó a un acuerdo de entrega de alimentos y elementos de limpieza por parte del Ministerio de Desarrollo Social y la Municipalidad, luego de dos meses y medio de cuarentena y crisis por la pandemia.






