El Ministerio de Salud a cargo de Carla Vizzotti confirmó ayer que en el país ya hay un caso sospechoso de la enfermedad conocida como viruela del mono.
La enfermedad es endémica en varios países de África hace varios años. Sin embargo, se volvió noticia a nivel mundial cuando comenzaron a registrarse casos en otros lugares del mundo. Al día de hoy ya se verificaron 110 pacientes con este tipo de viruela en 15 países donde la enfermedad no existía.
Mientras tanto, están en estudio otros 93 casos sospechosos, uno de ellos en Argentina, perteneciente a una persona que regresó de Europa en los últimos días.
Con el mundo intentando dejar atrás a una pandemia que parece nunca terminar de irse, este rebrote de la viruela enciende las alarmas de la comunidad médica a nivel mundial. Sin embargo, por la ya existencia de una vacuna y su mucho menor contagiosidad, la situación tiene muchas diferencias con la pandemia del Coronavirus.
Lo que hay que saber sobre la viruela de mono
Se trata de un tipo de viruela de origen animal, que es menos grave que la humana. No es una enfermedad nueva -como si lo fue el Covid-19- sino que se tiene conocimiento de ella hace muchos años.
Respecto a su transmisibilidad, es mucho menos infecciosa que el Coronavirus o la gripe común, al tratarse de una enfermedad animal que sólo ocasionalmente se traslada al humano.
La viruela fue declarada erradicada en 1980. En la gran mayoría de los países del mundo la viruela de mono también desapareció junto con la viruela humana. Sin embargo, continuó existiendo de manera endémica en algunos países de África.
Una de las razones que explicaría la potencial expansión de esta enfermedad se debe a que la vacuna contra la viruela dejó de ser suministrada a medida que la enfermedad se consideró erradicada, alrededor de los años ’70. Por lo que las personas nacidas posterior a esa fecha no cuentan con protección contra un eventual contagio. Por una cuestión generacional, desde esa fecha hasta hoy fue creciendo el porcentaje de población sin vacuna contra la viruela. Esto estaría abriendo la posibilidad de que la enfermedad vuelva a transmitirse masivamente.
Aunque la vacuna contra la viruela dejó de producirse una vez que la enfermedad fue erradicada, es posible volver a producirla. La vacuna contra la viruela humana tiene un 85% de efectividad contra la viruela símica.
Los síntomas son fiebre, una erupción característica extensa en la piel y, por lo general, ganglios linfáticos inflamados.
En la mayoría de los casos es una enfermedad benigna y autolimitada, es decir, se va sola. Las complicaciones y el porcentaje de mortalidad son muy bajos.
El contagio se produce a través del contacto estrecho con otra persona o animal infectado. En el intercambio de fluidos corporales (principalmente gotículas respiratorias) que se produce tras estar en contacto cercano y mantenido con otra persona, el virus puede viajar de un cuerpo a otro. Una persona también puede contagiarse al entrar en contacto con las lesiones cutáneas que sufre el infectado.
Por lo tanto, las principales medidas de prevención son similares a las del Covid-19: uso del barbijo, ventilación de los ambientes y evitar la aglomeración de personas. Las personas contagiadas o que presenten síntomas compatibles deben transitar un período de aislamiento.