UAW: un nuevo impulso en la reorganización de los trabajadores

EEUU: termina la Huelga en  las automotrices.

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El 25 de octubre Shawn Fain, presidente de la UAW (Unión de Trabajadores de las Automotrices), el sindicato que representa a los trabajadores de las “3 grandes” automotrices norteamericanas, anunció el pre acuerdo con Ford. El 28 se cerró el pre acuerdo con Stellanis (Chrysler, Fiat y Peugeot) y el lunes 30 con GM; con cada anuncio se fueron levantando las medidas. El sindicato ha calificado el acuerdo como histórico y como una gran victoria.

A partir de ese momento se abre un lapso de información y se pasa a votación empresa por empresa y planta por planta por si se acepta el acuerdo o no. En las primeras votaciones que se conocen el acuerdo es ratificado por el 74% de los trabajadores contra el 26%.

Algunas voces se han levantado críticamente. Desde la distancia es muy difícil saber si la relación de fuerzas y las reservas de lucha daban para seguir un conflicto que duró más de 45 días, si bien es cierto que nunca se llegó a parar la totalidad de las plantas. Más allá de una multiplicidad de factores que se nos escapan (las condiciones de trabajo, la composición, organización y tradiciones muy distintas que existen en el país del norte), hay una serie cuestiones que son claras y que dejan enseñanzas para los trabajadores.

La lucha paga

La oleada de huelgas en Norteamérica ha tenido un nuevo récord con los 45 días de paro de los trabajadores de las “3 Grandes”, que involucraron a casi 50.000 obreros de los 146.000 afiliados.

Los nuevos contratos (por 4 años y medio) significan recuperar algo de lo perdido, en materia salarial y de condiciones de trabajo y pensiones.

Los acuerdos con cada empresa son libros de 900 páginas de la cantidad de cláusulas y de especificaciones que tienen. Éstos están en la página de la UAW.

En síntesis, el acuerdo con Ford incluye aumentos salariales del 25% durante cuatro años y medio, incluido el 11% de inmediato. Reincorpora los ajustes por costo de vida, (COLA, según sus siglas en inglés). Sumadas  las proyecciones de COLA hasta el 2028 el aumento sería cercano al 35%. El salario inicial aumentará de 18,05$ a 28$. Sin embargo, muchos trabajadores verán aumentos mucho mayores.

Uno de los reclamos más importantes era terminar con los “niveles”; es decir, las distintas condiciones de trabajo y de salarios para los trabajadores temporales a tiempo parcial y tiempo completo y para los efectivos; si bien no se eliminaron los niveles, se redujo el tiempo en llegar al máximo nivel de 8 años a 3 años. Los niveles significan fragmentar y dividir a los trabajadores a nivel de la línea de producción, dos trabajadores que hacen exactamente el mismo trabajo pueden ganar sueldos totalmente distintos.

Los trabajadores temporales con más de noventa días de servicio se convertirán en permanentes de inmediato. Los futuros trabajadores temporales se convertirán en empleados permanentes después de nueve meses, y esos nueve meses contarán para su progresión al nivel más alto. Los trabajadores temporales que pasan a efectivos recibirán aumentos inmediatos del 20% al 46%. También recibirán cheques de participación en las ganancias a partir de 2024; es la primera vez que se incluye este beneficio para los trabajadores temporales.

Ford pondrá el 10 por ciento del salario de cada trabajador en un 401(k) un sistema de fondos de pensiones parecido a lo que eran las AFJPs en la Argentina, un gran aumento con respecto al 6,4% actual.

Los trabajadores también tendrán una mayor capacidad para elegir cuándo tomar vacaciones. Ford solo podrá obligar a los trabajadores a usar una semana de sus vacaciones mientras estén despedidos por el cierre anual del cambio de modelo.

Cada acuerdo es distinto, el acuerdo con Stellantis reflejará el acuerdo con Ford pero tiene cuestiones específicas que son importantes; por ejemplo, se reabrirá de una planta que ocupaba 1.200 trabajadores en Belvidere- Illinois, lo que obligó a los trabajadores a irse a otras plantas o renunciar.

Stellantis también se comprometió a abrir una nueva planta de batería en la misma ciudad que tomará 1.000 trabajadores bajo el contrato de la UWA. Esto es muy importante porque con la transición a los autos eléctricos se están abriendo gran cantidad de plantas de baterías bajo otros contratos (algo similar a nuestros convenios).

El acuerdo con GM también tiene sus especificidades. Por ejemplo, los trabajadores de almacén y manejo de materiales que actualmente están bajo un contrato separado e inferior, ahora estarán bajo el acuerdo marco de GM. También se ha comprometido que los trabajadores de las nuevas plantas de baterías estarán en el contrato de GM.

«Si bien es posible que no hayamos ganado todo lo que queríamos, ganamos más de lo que la mayoría de la gente pensaba que era posible», escribió Fain.

Lo que es un hecho es que con la lucha, los piquetes, las reuniones en los locales sindicales, con la solidaridad de otros gremios se recuperó algo de lo perdido en las últimas décadas.

Pero lo que se ganó, es mucho más que dólares: es organización, disposición de lucha y una moral en alza; un nuevo movimiento obrero se está reconstruyendo después de 40 años de derrotas y un proceso que, de desarrollarse, puede tener consecuencias enormes.

El desarrollo del conflicto

A fines de agosto se realizó la votación para autorizar el paro una vez vencido el contrato, la votación se ganó por un apabullante 97%. Desde un tiempo antes los locales sindicales se llenaron de trabajadores, en reuniones informativas, en prácticas de piquetes; una gran expectativa recorrió por los trabajadores.

El 14 de septiembre se venció el contrato con las “3 Grandes”. El 15 de septiembre muchos trabajadores se sintieron frustrados, esperaron, sin que nunca llegue el llamado, a “ponerse de pie”[1]. Muchos trabajadores creían que la huelga iba a ser de todo el gremio en todas las plantas al mismo tiempo, pero eso no ocurrió.

Todos los viernes desde el 15 de septiembre la dirección del sindicato (UAW), definía qué plantas o sectores entraban en paro. Cada viernes se llamaba a “ponerse de pie” (la huelga del “stand up”) y a entrar en paro;  semana tras semana se sumaban progresivamente más trabajadores al paro según avanzaban o no la negociaciones con cada empresa. A esto le llamaron la estrategia de escalada.

Así el 15 empezó el paro en tres plantas, una de cada una de las “3 grandes”, 13.000 trabajadores abandonaron sus tareas. El viernes 22 el gremio llamó al paro a 5.000 trabajadores de los centros de distribución de piezas de GM y Stellanis, en Ford no se sumaron más sectores porque las negociaciones habían avanzado.

El viernes 29 de septiembre 7.000 trabajadores de Ford y de GM se “pusieron de pie”. En Stellanis hubo avances en las negociaciones y no hubo nuevos paros en esa empresa.

Así se llegó a la tercera semana  de lucha con 25.000 trabajadores de paro de un total de 146.000 afiliados.

El viernes 6 de octubre no hubo nuevas convocatorias a “ponerse de pie” pero el miércoles 11, y de manera sorpresiva,  el sindicato lanzó el paro en la planta de camiones de  Ford en Kentuck, donde trabajan 8.700 obreros y es una de las plantas más rentables de la empresa como represalia al estancamiento de las negociaciones. De esta manera, entrando en la cuarta semana de conflicto, había 33.700 trabajadores en huelga.

El 20 Fain anuncia los avances que se habían alcanzado en las negociaciones.

El 23 de octubre 6.800 trabajadores de la planta de Stellantis más rentable del mundo, donde construyeron la camioneta Ram 1500, entraron en paro. Al día siguiente entró en paro la planta de camiones de GM en Texas. Así, después de 45 días de lucha, cerca de 50.000 trabajadores se pusieron de pie.

La estrategia “Stand up” progresivo

Fue novedoso el hecho que se fue contra las “tres grandes”, la costumbre de los dirigentes anteriores era elegir a una sola empresa para atacarla y después trasladar el resultado a las otras.

La dirección de la UAW, todas las semanas en forma sorpresiva convocaba a distinta plantas al paro y así se iban sumando plantas de manera progresiva; es decir, escalaban las medidas según el avance de las negociaciones, así hubo semanas que no se sumó ningún obrero de Ford o de GM o de Stellantis al “stand up”. La idea era dividir a las empresas y presionarlas o premiarlas, según el avance de las negociaciones, pero esta  estrategia divide a las empresas pero también a los trabajadores.

El relato y la realidad

Lo primero que muestra esta lucha y la oleada de conflictos[2] es que la realidad es muy distinta a los relatos que ponen a Norteamérica prácticamente como ejemplo de todo lo bueno que ofrece el capitalismo en general y su versión neoliberal en particular. La realidad es que el “sueño americano” es un vago recuerdo para la clase trabajadora del país del norte.

Después de la tremenda derrota de la lucha de los controladores aéreos en 1981[3], durante el gobierno de Ronald Reagan, todos los estudios señalan un declive permanente en las condiciones, los salarios, la organización, la sindicalización y en el nivel de lucha de los trabajadores norteamericanos.

Otro momento clave en el retroceso para los trabajadores fue la crisis financiera mundial del 2007/2009, que allá es conocida como la Gran Recesión. La GM, Chrysler y Ford, en menor medida, fueron rescatadas por el gobierno federal que inyectó más de 50.000 millones de dólares.

La dirección traidora de la UAW de ese momento hizo  tremendas concesiones con la excusa de defender las fuentes de trabajo, cosa que no se logró. Se perdieron decenas de miles de puestos de trabajo.

Las concesiones tuvieron consecuencias tremendas: una baja considerable en los “contratos” de los trabajadores, se impusieron en forma generalizada los trabajadores temporarios y los distintos niveles; es decir, distintos sueldos y servicios de salud. Se tardaba hasta 8 años para llegar al nivel máximo. Es decir, la fragmentación llevada a la línea de producción. Se renunció al COLA, hubo una baja salarial considerable.  Los fondos para las pensiones fueron reducidos y segmentados. Pero no sólo eso, en los contratos se prohibía hacer paro por cierre o traslado de plantas, las horas extras eran obligatorias y la semana laboral llegaba a las 60 horas.

Las condiciones en las líneas son tremendas, los ritmos arruinan  la salud de los trabajadores que solo soportan los dolores a base de analgésicos. Cualquier similitud con las condiciones labores en la Argentina no es pura coincidencia.

En el paraíso del libre mercado y del neoliberalismo las empresas imponen regímenes casi de esclavitud laboral, el Estado rescata a las empresas y son los trabajadores los que ven perder derechos y condiciones de vida para que los empresarios naden en riquezas.

El retorno de la lucha de clases y la reorganización del movimiento obrero

“En los últimos años, ha habido una asombrosa muestra de fuerza por parte de los trabajadores en los Estados Unidos, desafiando a las empresas. Los hemos visto, por ejemplo, con Amazon. Creo que la organización de Amazon fue uno de los momentos más emocionantes en la historia laboral de los Estados Unidos. Su asombrosa victoria y demostración de poder contra una de las empresas más grandes del mundo demuestran que los trabajadores, personas comunes, incluso sin una estructura formal como los sindicatos, pueden organizarse realmente para enfrentar a un gigante y vencerlo”[4].

También estuvo la histórica lucha de los guionistas de Hollywood que duró 120 días y que consiguió muchas de sus demandas. A mediados de octubre, la coalición de sindicatos que representa a 75.000 trabajadores de Kaiser Permanente, una de las prestadoras de salud más grande de Norteamérica, se declararon en huelga por 3 días consecutivos, marcando la mayor huelga en la historia de los trabajadores de la salud y amenazando con un paro mayor para noviembre. El 23 de octubre la coalición de sindicatos anunció un triunfo: acordaron un salario mínimo de 25 dólares la hora.

En este momento están en lucha los profesores de Portland y un sector de los trabajadores de la salud de Washington y decenas de miles de pequeños y grandes conflictos se han dado desde el año pasado hasta ahora.

Está en desarrollo un imponente proceso de lucha y reorganización de los trabajadores norteamericanos que asume varias formas, desde la formación de nuevos sindicatos como el de Amazon (New Jersey), los miles de locales de Starbucks donde en su mayoría son jóvenes, o el del personal técnico de The New York Times que se organizaron el año pasado.

Estos jóvenes son parte de esa juventud que participó del “Me too”, que son parte de los movimientos por la diversidad, de la rebelión antirracista por el asesinato de Geroge Floyd, que se sensibiliza y se moviliza contra la masacre en Palestina[5], son miles de jóvenes que critican instintivamente al capitalismo.

“Probablemente el factor más importante sea la presión que se da en las filas sindicales para lograr liderazgos más dinámicos y militantes. La nueva gestión de trabajadores jóvenes y muy activos, y en particular de los progresistas radicalizados por las prédicas del senador socialista Bernie Sanders y movimientos recientes como Black Lives Matter (Las vidas de los negros también importan, una organización nacida en la comunidad afrodescendiente), han jugado un papel mayor al impulsar desde abajo y hacia la izquierda al movimiento sindical, interpretó Eric Blanc, investigador en la temática laboral de la Universidad de Rutgers, la más prestigiosa del sistema educativo de Nueva Jersey”. (Andrés Gaudín 27/08/2023 Tiempo Argentino, subrayados nuestros)

A la creación de nuevos sindicatos se le suma la re-sindicalización y la emergencia de nuevas direcciones en los sindicatos tradicionales que desplazan a las burocracias históricas y mafiosas, como es el caso de los Teamears (Camioneros) o el caso de la UAW.

El caso de la UAW es muy interesante; en primer lugar hay que decir que dos de sus recientes presidentes están presos por corruptos, por haber “metido la mano en la lata” de los fondos sindicales. Lo segundo es que hay un proceso por la base, de participación, que lucha por la transparencia y la democracia sindical, se consiguió por primera vez en la historia del sindicato que el secretario general sea elegido por el voto directo de los afiliados. Shwan Fain fue electo en marzo[6] con el apoyo de una corriente que se llama UAWD (Todos los Trabajadores Unidos por la Democracia), y su campaña fue Sin corrupción, sin concesiones, sin niveles».

El triunfo de los trabajadores de la UAW ya tuvo consecuencias en las plantas no sindicalizadas que, dicho sea de paso, son la mayoría. Toyota llevó el salario mínimo a 32 dólares la hora. Fain declaró que el próximo contrato espera que sea con las 5 o las 6 grandes, el proceso de sindicalización se podría estar expandiendo como una mancha de aceite.

Retomando tradiciones

El contrato de la UAW terminará a fines de abril del 2028, Fain está llamando a todos los sindicatos a que firmen sus contratos para que finalicen a mediados del 2028, está lanzando la idea de realizar un paro general en todo el país para el 1ro de Mayo de 2028 por las condiciones de trabajo, por la jornada laboral de 32 horas con pago de 40. Explícitamente reivindica el 1ro de Mayo de 1886 y compara la lucha por las 8 horas con la actual. Cabe destacar que en el país de los Mártires de Chicago, donde se originó el 1ro de Mayo, esa fecha está borrada de la historia oficial. En Norteamérica y Canadá no existe el 1ro de Mayo como Día Internacional de Lucha de los trabajadores como es en el resto del mundo, ellos “festejan” el Labor el primer lunes de septiembre.

No deja de ser prometedor y esperanzador que una de las clases obreras más importantes, concentradas y con una inmensa tradición esté retomando el hilo de la experiencia histórica, y comenzando una nueva experiencia; un nuevo movimiento obrero empieza a nacer delante de nuestras narices y opera como un contrapeso importante contra las oleadas reaccionaras y derechistas. Mas allá de las críticas que se les pueda hacer, de las limitaciones y contradicciones, que retomaremos en próximos artículos, el proceso de reorganización del movimiento obrero yanqui es una bocanada de aire fresco para todos los luchadores clasistas y socialistas del mundo.


[1] El “stand up” es una referencia y un juego de palabras con el “sit down”, la histórica huelga de la GM en Flint del año 36/37, una huelga de brazos caídos que duró meses, que ocupó plantas y que se enfrentó a las fuerzas federales. En esa huelga se consiguió el reconocimiento de la UAW.

[2]– “2023 es el año con más huelguistas en 4 décadas” Juan Pablo Pardo https://izquierdaweb.com/estados-unidos-2023-es-el-ano-con-mas-huelguistas-en-4-decadas/

[3]– En agosto de 1981 casi 13.000 controladores aéreos abandonaron sus puestos de trabajo después de que la Administración Federal de Aviación (FAA) no aceptó las demandas del sindicato (Organización de Controladores Profesionales de Tráfico Aéreo, PATCO según sus siglas en inglés), miles de vuelos tuvieron que ser cancelados. Reagan denunció como ilegal el paro de los controladores por su condición de empleados públicos y planteó un ultimátum: vuelta al trabajo en el plazo de 48 horas o despido fulminante. El 5 de agosto, el presidente cumplió con su advertencia y cesó a los más de 11.000 controladores. Además, la Justicia federal aplicó millonarias sanciones contra el sindicato y también se bloquearon los fondos previstos para prolongar la huelga.

La Casa Blanca impuso una prohibición permanente para volver a contratar a los controladores que habían hecho huelga y le sacaron la personería a la PACTO. La conflictividad laboral en EEUU bajó drásticamente hasta la actual oleada de conflictos, la más importante en los últimos 40 años.

[4]– “La situación del movimiento sindical en Estados Unidos”. Informe realizado por Martín Manteca, director de Organización en el SEIU 721 de Los Ángeles, en la última reunión del Congreso Internacional de Trabajadores por Plataformas. https://izquierdaweb.com/la-situacion-del-movimiento-sindical-en-estados-unidos/

[5] Ver la declaración del Congreso Internacional de Trabajadores por Plataformas https://izquierdaweb.com/en-apoyo-al-pueblo-palestino-declaracion-del-congreso-internacional-de-trabajadores-por-plataformas/ y del Sindicato de Trabajadores de Starbucks sobre Palestina https://twitter.com/SBWorkersUnited.

[6] Shwam Fain ganó sólo por 500 votos contra la lista de la burocracia del sindicato, la burocracia histórica y de lista única que durante más de 80 años estuvo en la conducción. El sistema sindical yanqui permite la afiliación de cualquier sector y actividad a un sindicato, no existe lo que acá se llama el encuadramiento gremial. Por ejemplo, en este momento los trabajadores de los Casinos de Detroit están en huelga y son afiliados a la UAW. Fain sacó la diferencia con los votos de los trabajadores no docentes y de los posgrados de las universidades de California.

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