En el centro del capitalismo mundial se está viviendo una verdadera ola de conflictos por aumento de salarios y por mejorar las pésimas condiciones de trabajo al calor de un estratégico proceso de recomposición del movimiento obrero que incluye nuevas direcciones y nuevos sindicatos.
El más resonante es el proceso de organización de los trabajadores de Amazon en New Jersey, un depósito de logística ultra tecnológico donde trabajan más de 6000 jóvenes, que consiguieron el reconocimiento de su sindicato. Pero también están los miles jóvenes trabajadores de Starbucks que, local por local, se organizan o a lo largo y ancho del país por el reconocimiento de su organización o, menos conocido pero no menos importante, el proceso de organización de los trabajadores por aplicación de los Ángeles. Esta ciudad viene atravesada por enormes luchas que incluyó, entre otros, a los empleados estatales.
La semana pasada terminó la histórica huelga de los guionistas de Hollywood después de más de 148 días de paro. En estos momentos se está ratificando o no por el voto directo de los afiliados el acuerdo llegado entre el sindicato y la cámara empresaria. Si no se aprueba, la huelga podría recomenzar.
Por su lado, los actores de Hollywood llevan más de 70 días de paro por su salario, lucha que comenzó en solidaridad con los guionistas.
La capital mundial de la “joda” puede paralizarse si cerca de 50.000 trabajadores de los hoteles de Las Vegas van al paro si no se satisfacen sus demandas. También esta semana, más de 75.000 trabajadores de la salud del gigante de prestaciones médicas Kaiser Permanente podrían ir al paro al vencerse su contrato (algo similar nuestros convenios) si no hay acuerdo.
El paro en las 3 grandes
Este viernes, 29 de septiembre, comenzó la tercera semana de lucha de los trabajadores sindicalizados de la UAW, el sindicato de los trabajadores de las automotrices. Su presidente Shain Fain anunció el “Stand Up” para 7000 trabajadores de dos platas, una de Ford y otra de GM. Así, en esta tercera semana de lucha, habrá 25.000 trabajadores de paro de un total de 145.000 afiliados en las tres grandes terminales, Ford, GM y Stellanis (Chrysler- Fiat- Peugeot). El “stand up” significa entrar en paro: semana atrás semana el sindicato decide que planta y cuantos trabajadores se suman al paro. Esta es la discutible “estrategia de escalada” que viene llevando adelante la UAW.
Pero la noticia que recorrió el mundo fue la presencia en un piquete del mismísimo presidente de Estados Unidos, Joe Biden. Por primera vez en la historia un presidente yankee va a un piquete en apoyo explícito a los reclamos de los trabajadores, a los sindicatos y a sus direcciones burocráticas.
Estado Unidos está de campaña electoral por las primarias de cara a las presidenciales del año que viene. Biden quiere recobrar el voto tradicional de los trabajadores industriales que, luego de décadas de deslocalizaciones y despidos, votaron por Trump en las últimas elecciones.
Además, la industria automotriz Norteamérica vive un momento de reconversión hacia los autos eléctricos. Esta es presentada como parte de la agenda verde. Es muy discutible el efecto sobre las emisiones de carbono, pero lo que no se discute es el jugoso negocio para las empresas apoyadas por subsidios multimillonarios concedidos por el mismísimo Biden, que del apoyo simbólico debería pasar a los hechos y obligar a las empresas a satisfacer las demandas obreras bajo amenaza de sacar los subsidios a las empresas, que han ganado en el primer semestre de este años 25.000 millones de dólares, una cifra récord.