
Organizaciones de terratenientes movilizan a Plaza De Mayo para manifestarse contra la «presión fiscal». La marcha tiene el objetivo de hace retroceder al gobierno luego de que este anunciara el «Impuesto a la renta inesperada», algo que las entidades agrarias califican como «confiscatorio».
«Por el respeto a la República y el futuro de todos los ciudadanos, demandamos terminar con las presiones impositivas confiscatorias, recortar el desmesurado gasto público y consolidar el derecho a la propiedad privada», manifestó en un comunicado la Sociedad Rural de Rosario.
¿Los terratenientes pagan muchos impuestos?
Los dueños de los campos en nuestro país hace años protestan por las retenciones que el Estado les cobra por sus extraordinarias rentas. Olvidando el hecho que sus extensas cantidad de hectáreas provienen de un genocidio como La Campaña del Desierto y de repartos de dudosa moralidad por parte de miembros de la misma oligarquía de la que forman parte, podemos preguntarnos: ¿Tiene algo de justo su reclamo? Vamos a los datos. El impuesto que mas dinero deja al estado no es la renta agraria. Tampoco bienes personales ni muchísimo menos el llamado Impuesto a las grandes fortunas. Es el IVA. Es decir que los trabajadores comprando comida y bienes básicos somos los que mas aportamos al estado.
Si, los trabajadores, los que vemos como nuestro salario se pulveriza con la inflación y que cuando cortamos las calles para reclamar salario o defender nuestros puestos de trabajo, nos estigmatizan los medios de comunicación. Los mismos medios que ahora están convocando a la marcha del campo con entusiasmo. Se ve que para ellos hay «piquetes» y «piquetes».
Impuesto a la renta inesperada
El impuesto objeto de la controversia solo será cobrado al 3,6 % de los empresarios. Según el gobierno, busca gravar las ganancias producidas por la guerra entre Rusia y Ucrania. Una renta que los empresarios no pensaban tener antes que sucediera el conflicto bélico. Aún no queda claro del todo los destinos que tomaría este impuesto. Recordemos que el llamado «Impuesto a las grandes fortunas» terminó subvencionando el Fracking contaminante en vaca muerta y se hizo el mismo día que se votaba el presupuesto que luego Cristina Kirchner terminó admitiendo como «De ajuste». El día de la votación de ese impuesto, supuestamente progresivo, los trabajadores perdimos más de lo que ganamos.
Aún admitiendo que el gobierno utilizaría todo lo recaudado del Impuesto a la renta inesperada para financiar el bono, los trabajadores en el mandato de Fernández pasamos de una participación del 48% al 43% del Valor Agregado Bruto. Es decir, de la torta de ganancias que produce el país. Todo esto, mientras Argentina creció un 10% en el ultimo año. Esto quiere decir que hubo mas dinero pero nosotros nos quedamos con menos. Otra vez, cada vez que Fernández anuncia un impuesto a los ricos es porque los pobres vamos a perder más. Los mas beneficiados por estas ganancias fueron los terratenientes, esos mismos que van a movilizar este sábado.
¿Y entonces?
Manuela Castañeira, dirigente del Nuevo MAS, desató la polémica pública al proponer en televisión: «Expropiación y socialización de los campos de más de 500 hectáreas» para que con ese dinero se produzca y se genere la riqueza en Argentina. Estas declaraciones generaron la indignación y el ataque de liberales, peronistas y macristas por igual en las redes sociales. Esto era de esperarse. En la defensa de la propiedad privada es donde la llamada «grieta» se hace más difusa. Pero por otro lado, las palabras de Castañeira encontraron eco en muchos usuarios desencantados con los diferentes gobiernos que se han sucedido y en sectores que hace años vienen apoyando a la izquierda.