
El martes 2 de febrero había trascendido por medios provinciales de Chubut que el gobernador, Mariano Arcioni, convocaba a una sesión legislativa extraordinaria para el viernes 5. El objetivo de la misma era aprobar, entre otros, el proyecto de ley 128, de zonificación minera. El mismobusca dar el marco técnico-legal necesario para que se desarrolle la inversión y explotación minera en distintas zonas de la provincia.
Los beneficiados serían los capitalistas mineros (desde algunas empresas nacionales hasta el monstruo transnacional Pan-American Silver). Los perdedores, los habitantes de la provincia, que, como está demostrado por experiencias anteriores en otras provincias y países, se verían expuestos a la proliferación de desechos tóxicos extremadamente dañinos para la vida y salud de plantas, animales y seres humanos. Por ejemplo, estudios presentados por el CONICET alertan sobre la inevitable contaminación al Río Chubut y otras fuentes de agua que abastecen a la población de toda la provincia.
Arcioni no es apoyado solamente por los capitalistas mineros. También tiene el apoyo total del presidente Alberto Fernández, que busca apurar la aprobación de la zonificación y semanas atrás “retó” públicamente al PJ provincial por no tener la ley aprobada todavía. Este impulso va en el sentido de orientar la economía del país hacia las exportaciones a como dé lugar, para aumentar los dólares de que dispone el Estado. Estos dólares eventualmente no irían a inversiones en salud y educación (por ejemplo), sino a pagar la ilegítima deuda externa al FMI, fondos buitre, etc.
La respuesta popular a este renovado ataque no se hizo esperar. Desde antes de trascender la noticia de la sesión extraordinaria ya se había acordado marchar en Chubut y en todo el país el jueves 4 de febrero en apoyo a la lucha contra la zonificación. Pero una vez conocida la noticia de la sesión extraordinaria, los ánimos de lucha no hicieron más que multiplicarse.
Finalmente llegó la fecha y, apenas horas antes de que comenzaran las movilizaciones, trascendió que los legisladores chubutenses responsables de la sesión acordaban unánimemente suspenderla. Los argumentos superficiales que expusieron no pueden tapar la verdadera razón de su retirada momentánea: le temen al enorme repudio social de los chubutenses a estos ataques. Repudio que se expresa en las masivas marchas independientes que una y otra vez llenan las calles de Chubut.
Sigamos en las calles para tirar abajo definitivamente la zonificación minera de Arcioni y Alberto Fernández, contra todos los intentos de
expoliación de la naturaleza en pos de las ganancias capitalistas y para pelear por una relación sustentable entre la humanidad y la naturaleza.






