«Cómo trabajadora hace 4 años y medio de un banco puedo decir que el sistema bancario es un desastre, los bancos hacen negocio hace años con los jubilados y con los que cobran asignaciones, vendiéndole tarjetas, seguros etc., sin brindarles la información necesaria para que por ejemplo hoy puedan cobrar sin la necesidad de acercarse a la sucursal.

Las sucursales en el último tiempo fueron cerrando o reduciendo personal. En épocas normales todo esto ya es un problema que las y los trabajadores resolvemos como podemos, muchos quedándose fuera de hora en las sucursales para poder asistir a la gente.

Hoy ante la situación económica desesperante de los sectores más vulnerables, los bancos tampoco dan ninguna respuesta, con todo esto los que se ponen en riesgo son los jubilados y sectores populares o los mismo trabajadores del banco. Los bancos tienen los recursos económicos para evitar esta situación. Es necesario que se busque una alternativa donde garantizando todas las medidas de prevención y salubridad de sus trabajadores, con mamparas que nos separen del público, guantes, barbijos, alcohol en gel etc. se pueda, por ejemplo, contratar mas personal y abrir las sucursales que están cerradas. También podrían montarse centros de pago en camiones equipados, así como se realizaba el tramite del DNI o enviando tarjetas de débito a los hogares con la información correspondiente. Podrían explicar como usar la banca de manera telefónica, informar a los clientes como realizar sus tramites y cobrar sin necesidad de acercarse a las sucursales, y de esta manera reduciríamos también la atención personal. Es inadmisible ver en todo el país colas de jubilados, toda la noche, para poder cobrar. El tema es que los banqueros, que se fugaron millones de dólares todos estos años con la bicicleta financiera y lo siguen haciendo, no quieren invertir un centavo para ayudar a la gente que más lo necesita.»

Así como es necesaria plantear la nacionalización de la banca para disponer de los recursos y poder brindar un salario universal que esté por encima de la canasta básica, que se utilicen los millones que vienen ganando con la especulación financiera en el sistema de salud y al servicio de la sociedad, porque nuestras vidas valen más que sus ganancias».