En los últimos días el Poder Judicial ha realizado una serie de allanamientos en espacios anarquistas y centros culturales de CABA. El pretexto de los allanamientos es la investigar la colocación de dos artefactos explosivos caseros en la tumba de Ramón Falcón (1) y la casa del juez Bonadío el pasado miércoles 14 de noviembre. No se hicieron esperar las declaraciones de Macri, Bullrich y otros funcionarios del macrismo respaldando los operativos(2), al tiempo que los medios masivos de comunicación lanzaron una amarillista campaña de demonización contra “los anarquistas”.
Está acción mancomunada del gobierno nacional, el Poder Judicial y los medios (3) da cuenta de que estos allanamientos no son un hecho aislado, sino parte de una campaña de caza de brujas impulsada por el gobierno de Macri. Con la excusa de dos bombas caseras (de realmente muy dudosa “peligrosidad”), se pretende criminalizar a cualquier militante, activista o espacio que tenga alguna relación con el anarquismo, aunque no exista ningún tipo de prueba de que estén ligados a los explosivos que estallaron en Recoleta y la casa de Bonadío (caso de el Ateneo Anarquista de Constitución y del centro cultural “La Cultura del Barrio” de Villa Crespo(4), que fueron allanados y en los que no se encontró ningún elemento que evidencie alguna relación con las explosiones).
Es importante tener en cuenta que el gobierno de Macri y el Poder Judicial (que funciona como un apéndice del primero) no pueden ser nunca investigadores imparciales ni nada que se le parezca: son los mismos que actuaron como cómplices políticos de la Gendarmería Nacional en el asesinato y desaparición de Santiago Maldonado y de la Prefectura el asesinato de Rafael Nahuel, así como autores directos de numerosos ataques represivos y persecutorios contra la protesta social. Está campaña de persecución contra los espacios y activistas anarquistas (días antes de la cumbre del G20 en Argentina) es un escalón más en la escalada represiva de Macri para disciplinar a los militantes sociales y políticos, barrer con cualquier espacio de organización popular y aplicar sin resistencia su plan de ajuste contra el pueblo trabajador. Una verdadera caza de brujas que arranca contra el anarquismo pero que puede extenderse a cualquier otro sector activista que el gobierno identifique como “peligroso”. Macri, sus funcionarios pretenden y los medios intentan instalar un clima político enrarecido de cara al G20. Hay que rechazar tajantemente estos actos persecutorios y cualquier avance represivo que pueda venir.
A.V.
Notas:
1) Jefe de la policía federal durante los primeros años del siglo XX, que pasó a la historia como asesino de obreros y pionero del terrorismo de Estado en la Argentina)
2)https://www.pagina12.com.ar/155768-los-anarquistas-nuevo-objeto-de-caceria
3) Que recuerda mucho a la sostenida campaña de desprestigio y persecución contra la comunidad mapuche luego de la desaparición forzada y asesinato de Santiago Maldonado a manos de la Gendarmería, en la que se postuló sistemáticamente a los pueblos originarios y a los luchadores sociales como grupos “terroristas” organizados sin otro fin que generar en la sociedad argentina.
4) http://www.anred.org/?p=106880
