El gobierno le anunció al staff técnico del Fondo Monetario Internacional que aplicará un aumento de tarifas de electricidad del 200% a partir de febrero, y del 150% en gas a partir de marzo, con el objetivo de reducir el gasto en subsidios energéticos en un 0,5% del PBI para este año.

La decisión se enmarca en un plan de ajuste global, que el gobierno pretende signifique una reducción de 3% del déficit en relación al PBI para 2024.

El FMI dio el visto bueno al programa de feroz ajuste impulsado por Milei, por lo cual aprobó el desembolso pendiente de $4300 millones de dólares, que se utilizará principalmente para pagar vencimientos con ese mismo organismo.

El gobierno también anunció que a estos aumentos de las tarifas energéticas lo acompañarán también más aumentos en las de transporte urbano (colectivos, trenes y subtes) que se suman a los ya vigentes.

Finalmente, la «casta» y «los políticos» que supuestamente iban a pagar el ajuste son los trabajadores que se toman el colectivo y que tienen que hacer malabares para poder pagar los servicios de su casa, mientras los costos de vida aumentan de manera generalizada y los salarios se pulverizan.

Cabe destacar que estos aumentos del 200 y el 150% respectivamente son sólo los primeros de otros que se irán aplicando en el correr del año con el objetivo de alcanzar el objetivo de reducción de déficit. Seguramente lo mismo suceda con las tarifas del transporte. Por lo que las perspectivas de «reducción de la inflación» que el gobierno quiere vender son un chiste de mal gusto.