
Para agravar las cosas, el plan de vacunación va recién en sus inicios. Sólo se ha vacunado el 3% de sus habitantes, unos 6,4 millones.
El gobierno de Bolsonaro tuvo un manejo negacionista de la pandemia desde sus inicios. Recordemos cuando la llamó, públicamente, una «gripecita». Ahora, volvió a arremeter contra los cuidados de la población, cuestionando el uso de mascarillas en una trasmisión por Facebook Live.
A pesar de haber priorizado la economía por sobre la vida de los habitantes, el PBI de brasil cayó un 4% y la desocupación aumentó, por lo que tuvieron que tomarse medidas de asistencia social.