“¿Por qué falló el tiro? ¿Cómo mandaste a este tarado? ¿Se puso nervioso?” son los mensajes que Díaz, apresada anoche, envió desde su celular a Brenda Uliarte en referencia a Sabag Montiel. Fueron enviados en los días posteriores al atentado del 1° de septiembre, mientras le recomendaba descartar el celular y cambiar el chip del teléfono.

Uliarte complicada, nueva detenida

El peritaje de los teléfonos móviles tanto de Brenda como de la nueva arrestada llevó así a los investigadores a considerar a Uliarte como la autora intelectual del intento de asesinato de CFK. El intercambio de mensajes entre estas dos sospechosas, antes y después del atentado, revelan como Agustina Díaz la ayudó a ser parte del ataque y, después de cometido, a intentar encubrirlo.

Las pruebas recogidas hasta el momento revelarían una red de contactos, movimientos y trabajos de inteligencia frente a la casa de la vicepresidenta previos al intento de asesinato que siguen siendo analizadas. Esto pese a la “dudosa” pérdida de la totalidad de información del celular de Sabag Montiel por el cuestionable manejo de la Policía Federal, que borró todo su contenido,

Las investigaciones revelaron a partir de un intercambio de mensajes entre Montiel y Uliarte que habrían planeado un intento previo, cinco días antes del disparo fallido. “Tenemos que generar hechos, no protestas”,  “no hay que seguir puteando, hay que pasar a la acción” son algunas de las afirmaciones que se encontraron junto con fotos de la pareja posando con el arma utilizada en el atentado.

Grupos de extrema derecha

La opaca investigación judicial sigue armando el rompecabezas donde ya no hay elementos para hablar de “un loco suelto”. Mientras se determinan las conexiones con el grupo que vendía copos de nieve que le habrían dado contención a Brenda Uliarte mediante cuentas de Facebook falsas, las vinculaciones de los detenidos con grupos de extrema derecha que reivindicaron el atentado resultaron manifiestas.

La propia justicia sabe que no puede resolver el caso señalando al trío que ya está en la cárcel como únicos responsables. Queda aún pendiente esclarecer, ni más ni menos, quiénes son y a quiénes responden. Ni sectores de ultraderecha o agentes de inteligencia pueden ser descartados.