En una conferencia de prensa exprés, mal organizada y con poco espacio a las preguntas, el vocero presidencial repitió los anuncios de Caputo con algunas precisiones en cuanto a montons y plazos del ajuste.

La justificación de Adorni para el paquete de medidas fue la misma que dio Caputo y que había esgrimido el propio Milei hace algunos días. “Este paquete de medidas es urgente para evitar la catástrofe, evitar la hiperinflación y una disparada de la pobreza” dijo el vocero presidencial. Y agregó que la eventual híper sería “mayor a la hiperinflación del ’89 – ‘90”, la más grave recordada por la población argentina.

Toda la explicación del gobierno es una gran mentira. La “hiperinflación plantada del 15.000%” de la que hablan Milei, Caputo y Adorni es un completo invento para justificar el ajuste brutal y antipopular.

En todo caso, más allá de los conceptos, los análisis y las predicciones, la realidad es que las medidas tomadas por Milei se apresuran a generar la “crisis de inflación y pobreza” que Adorni, Caputo y Milei dicen querer evitar. La devaluación a $800 se transferirá a los precios de forma inmediata y los salarios perderán automáticamente el 50% de su valor real, empujando al alza de la inflación y la pobreza en la misma medida.

Se puede ver claramente quién pagará los costos de la crisis en las estadísticas oficiales del ajuste.

No hay ninguna “necesidad” que empuje a este tipo de medidas más que la “necesidad” que sienten un puñado de megaempresarios y empresas multinacionales por enriquecerse sideralmente a costa de la pobreza y la miseria de millones de trabajadores cuyos salarios están en pesos.

Tras reproducir el galimatías neoliberal ya expresado por Caputo, Adorni hizo eje en el shock fiscal. Entre estas se cuentan “la eliminación de las transferencias discrecionales a las provincias”, es decir, de la coparticipación, por un monto del 0,5% del PBI. Una reducción de los subsidios en tarifas y energía del 0,7% del PBI. Quizá sea esta la medida de recorte cuyo impacto será más notorio en el corto plazo. La reducción se implementará desde el 1° de enero, pero el gobierno ni siquiera cerró el esquema de recortes.

También se viene un recorte en obra pública del 0,7% del PBI. Reducción de planes sociales por un 0,4% del PBI. Y el “gasto de funcionamiento del Estado” es decir, los salarios de miles de trabajadores estatales que serán despedidos, por un valor del 0,5% del PBI.

No hay que olvidar el recorte en gastos jubilatorios por un monto del 0,4% del PBI, un ataque canalla y brutal a los jubilados. Como si fuera poco, Adorni aclaró que el gobierno espera fijar los montos de las jubilaciones por decreto.

Una medida que se destacó en esta área es la idea de volver a poner en funcionamiento el Impuesto a las Ganancias contra el salario, eliminado hace pocos meses. Esta medida es un ataque directo y canalla contra los trabajadores argentinos. Milei habló y habló de “eliminar impuestos” durante la campaña pero se refería a eliminar los impuestos que molestan a los ricos. Los impuestos sobre el salario aumentarán.

Por último, Adorni continuó su enredado discurso avisando la llegada del “paquete de reformas estructurales” que “cambiarán el país que se viene”. No le pareció necesario dar ninguna definición adicional.