A días de cumplirse 48 años del golpe, el gobierno, que niega a los 30 mil detenidos desaparecidos, ha lanzado una serie de provocaciones contra la lucha por Memoria, Verdad y Justicia. En medio del clima reaccionario provocado por ellos, se da el grave ataque político sufrido por una militante de H.I.J.O.S. Fue atacada y abusada por un grupo que ingresó a su casa y pintó en una de las paredes “Viva la libertad carajo”. Este gobierno, que agita ataques por el estilo con su discurso de odio y de intimidación, es responsable de este gravísimo ataque.

La reciente foto de Luis Petri, ministro de defensa, junto a Cecilia Pando, activista y defensora del terrorismo de Estado, es también una provocación.

Junto con esto, circula la versión de un posible intento oficialista de liberar a genocidas de la cárcel y beneficiarlos con prisión domiciliaria. 

Pero cada ataque y cada provocación de cara al 24 tendrá el efecto contrario al de la intimidación. Seremos miles y miles en las calles para repudiar y enfrentar al gobierno reaccionario y volveremos a poner en pie una jornada histórica contra Milei, como hemos hecho recientemente el 8M y jornadas anteriores, como la que derrotó la Ley Ómnibus.

Por todo esto, junto a la reivindicación de los 30 mil y la denuncia del carácter genocida de la dictadura, este 24 debe transformarse en una jornada política contra el gobierno de Milei y todo su plan de gobierno, que pretende pasar por encima de las libertades democráticas y las condiciones de vida de las y los trabajadores. Debe ser canal de expresión para miles de estudiantes y defensores de la educación y la universidad pública, gratuita y de calidad. Del movimiento de mujeres en la lucha por la defensa del derecho al aborto y el lenguaje inclusivo. De todos los sectores que sufren los ataques de este gobierno de extrema derecha.

Milei no ha logrado, aún con su ofensiva económica brutal, pisar terreno firme en los ataques políticos que le permitan consolidar su plan de gobierno. El paro del 24 de enero, que le impusimos a la CGT y las CTA’s, la derrota luego de la Ley Ómnibus, y el cachetazo recibido por el rechazo al DNU, son consecuencia indirecta de la lucha y del rechazo que generan estas políticas entre amplios sectores de trabajadores. Son la muestra de que es en las calles donde podemos y debemos derrotar el plan de guerra del oficialismo contra las y los trabajadores.

Lamentablemente, el sector de derechos humanos ligado al kirchnerismo ha puesto como excusa las diferencias para dividir lo que podría haber sido un acto común con dos documentos. Exigían a cambio la censura en nuestro documento del enfrentamiento a Milei en las calles y la exigencia de un paro general a la CGT para derrotar el DNU, la Ley Omnibus bis, y el protocolo anti protesta social. La ubicación de garante de la gobernabilidad que juega el kirchnerismo, que se niega a pisar la calle, la política de espera pasiva hasta el 2027, pudieron más que la necesidad de construir la derrota del plan de gobierno. Eso es lo que está detrás de la negativa a un acto unificado.

Por eso, hacemos un llamado a todas, todos y todes los que acuerdan con que no se puede esperar al 2027, que hay que derrotar el plan de Milei en las calles masificando y exigiendo a la CGT un nuevo paro general, a que se movilicen junto al Encuentro Memoria Verdad y Justicia, con la izquierda y el Nuevo MAS.

Que este 24 de marzo sea una jornada histórica y un peldaño más hacia la derrota del plan de Milei. No olvidamos, no perdonamos, no nos reconciliamos, ni esperamos al 2027 para enfrentar a Milei.