Es interesante señalar que hace días, Larreta se había manifestado en contra de los piquetes: «Hay que sacarles los planes a quienes cortan calles», dijo en los medios de comunicación. Queda en evidencia que lo que a Larreta le molesta no es la obstrucción vial, es la procedencia social de quien la realiza.

A Larreta no le molesta que decenas de tractores y cosechadoras colmen el centro porteño, para ellos sí hay permiso. Es solidario con los terratenientes que multiplicaron sus ganancias en los últimos años y es sabido que toda su fuerza política acuerda con aliviar «la presión fiscal» que debe pagar el campo.

No obstante, la renta agraria por las exportaciones solo aporta el 9% de lo que recauda el Estado y el IVA, que pagan los trabajadores cada vez que compran alimentos, el 30%. Quienes efectivamente tienen mucha «presión fiscal» son los de abajo, los que tanto molestan a Larreta con sus piquetes.