Se acercan las elecciones generales en el SUTNA, en las cuales desde la Lista Marrón hemos hecho un frente con la Lista Naranja para intentar volver a poner el gremio en manos de los trabajadores y el activismo.

Desde la Marrón y el frente que teníamos con la Roja y la Granate hemos sido muy críticos a la conducción de la Lista Negra y buscamos por todos los medios unir a todos los que querían enfrentar la ofensiva patronal.

Denunciamos los acuerdos de la Negra con la patronal de Fate por el cambio de sistema, criticamos las medidas aisladas contra los despidos, fuimos víctimas de los métodos antidemocráticos de Crespo y la Negra en las asambleas.

Consecuente con nuestra política, en la última asamblea general, acordamos con la Lista Naranja pelear una presidencia de asamblea alternativa a la Negra y una junta electoral amplia, buscando que sea integrada por la Naranja, la Marrón, la Roja y la Granate. Era importante ganar esa votación para garantizar una elección limpia, sin maniobras.  Los compañeros prefirieron pedirle a la Negra que sea democrática una vez en su vida, lo cual fue negado por enésima vez y luego votaron la propuesta de la junta electoral de la Naranja y la Marrón.

Una vez hechas todas las presentaciones de listas para las elecciones, la Lista Granate (PTS) sacó una nota muy llamativa intentando justificar su sectarismo, que en definitiva solo sirve para hacerle el juego a la conducción actual. Pero veamos más de cerca sus argumentaciones (LID “Elecciones en el SUTNA: cómo llegamos y cuáles son los debates”, todas las citas son de esa nota).

Una caracterización para cuidar los intereses del FITU

En la descripción que hace sobre la política de la Lista Negra, señalan todos los rasgos de manera literal… de una burocracia.  Cuando hablan de como impusieron el cambio de sistema de trabajo, escriben que lo implementó “la patronal de FATE con la colaboración de Crespo y la Lista Negra (dirección del gremio) lo terminaron por imponer en el mes de mayo pasado”. Lo describen, correctamente, como colaboracionista de la patronal.

Respecto de los despidos, dicen que “las medidas fueron de mayor a menor, buscando desactivar en el tiempo toda lucha sostenida y firme contra los despidos (…) Crespo se negó a enfrentar los despidos en el gremio con la fuerza disponible que había entre los trabajadores”. En esta parte lo tratan de no haber querido luchar en serio contra los despidos, diciendo explicita (y correctamente) que buscó desactivar la lucha.

Respecto de la falta de democracia en el gremio, dicen “Crespo ha optado por imponer un método de dirección absolutamente verticalista, sin permitir la libre expresión de cada trabajador en las asambleas generales, cuando no haciendo distintas maniobras para impedir que se expresen los compañeros que tienen posiciones diferentes o críticas hacia la dirección del sindicato. Negándose sistemáticamente a respetar y poner a votar las mociones distintas que presentan otros compañeros u otras listas del gremio”.

Con una descripción así, tanto en las formas como en el contenido, hay que hacer malabarismos para no definirlo como una nueva burocracia. Según la Granate es “una caracterización forzada”. Después de leer todo lo que ustedes pusieron ¿en serio, les parece forzada? No jodan muchachos…

La única explicación racional es que la Granate (PTS) pone por encima su acuerdo electoral con el PO en el FITU, dándole a espalda a las necesidades de los trabajadores del neumático de barrer a una conducción que está entregando todo.

El PTS y sus cuestiones “de principios”

La mañana del cierre de lista la Granate sacó un comunicado sectario y rupturista sobre que se trataba de una cuestión de principios no hacer un frente con la Naranja por los dichos de algún compañero de esa agrupación. El objetivo era evitar el acuerdo de la Marrón con la Naranja, una línea sectaria que solo le podía hacer el juego a Crespo.

EL PTS repite los mismos argumentos en la nota criticada, luego de decir que “han tenido posicionamientos y declaraciones correctas ante determinados hechos importantes como fue ante el cambio de sistema”.

El PTS eleva los dichos sueltos de algunos miembros de la Naranja, de hacerle a Crespo una causa penal si se comprueba malversación de fondos, como posición de la misma agrupación, cuando la misma no se ha posicionado al respecto como tal. Obvio y es de sentido común de muchos compañeros que hay que meterlo preso a Crespo si se comprueba que robó, pero no es la posición oficial de la Naranja ni del frente. Cuando la Granate-PTS acordó con la Negra su integración al frente en 2016 muchos compañeros de base decían lo mismo de Wasiejko pero en ese momento no era un problema de principios… ahora parece que sí.

Desde la Marrón somos claros: proponemos hacer una auditoría externa acompañada por un comité de trabajadores votados en asamblea para ver el estado real de la obra social y el patrimonio del sindicato. De hallarse irregularidades llevar las evidencias a los organismos de los trabajadores (congreso o asambleas extraordinarias) y sancionar hasta con la expulsión de por vida a los que se encuentre cometiendo irregularidades, malversando fondos de los trabajadores o traicionando las luchas.

¿Qué va a hacer la Granate a nivel nacional?

Por último, la Granate y la Roja han formado un frente divisionista y testimonial, que sólo puede presentarse en la seccional San Fernando.[1] Le preguntamos a los compañeros a quien van a votar para conducción Nacional: ¿van a insistir en ese argumento caprichoso y ridículo de que porque un obrero de la Naranja no tiene “principios de clase” no se puede votar al Frente Naranja- Marrón?, ¿le van a seguir haciendo el juego a la conducción burocrática de Crespo y la Lista Negra? Después de todas las entregadas que hizo la conducción del gremio, terminar dejando al SUTNA en las mismas manos nos parece un error garrafal, es dejar que las patronales nos sigan haciendo retroceder mientras a la Lista Negra solo le preocupa mantener su aparato. No llamar a votar a la Lista Naranja- Marrón es hacerle el juego a Crespo, le guste a quien le guste.

[1] Según la Granate, con un autobombo absurdo, ellos serían la única “opción consecuente” (?) en todo el gremio del neumático, al tiempo que cada uno de los “socios del FITU” van en listas separadas