Una marcha con características muy particulares, separades por 2 metros, con tapabocas, pero con la potencia que caracteriza a Las Rojas: bombos, redoblantes y mucho agite!Hicimos la convocatoria con la exigencia al gobierno de Fernández y a la ministra Elizabeth Gómez Alcorta que aumenten el presupuesto para combatir la violencia, ¡porque está claro que con $23 no alcanza!

Los casos de violencia son muchos y muy brutales, y durante la cuarentena todo empeoró.Las feministas socialistas alertamos este riesgo, dijimos que el encierro con los agresores iba a intensificar la violencia. Explicamos una y otra vez que el hogar, la casa, es uno de los lugares más peligrosos paralas mujeres y diversidad: es donde se comenten más del 75% de los femicidios y trans travesticidios. ¡Y sin embargo aún no hemos escuchado ninguna respuesta para resolver este problema por parte del gobierno!
El Ministerio de la Mujer y Género (ministerio fantasma que ni sede tiene) se dedicó a propagandas y campañas sin respuestas ni presupuesto. Invitan a las víctimas a llamar a una Línea de Atención, sostenida con la precarización de sus trabajadoras, que no otorga ningún tipo de recurso para salir de la violencia: ni vivienda, ni trabajo, ni subsidios. ¡Nada de nada!

Pero resulta que para pagarle de a millones al FMI, la plata está: 350 millones de dólares fue el total que ya destinaron para esa deuda nefasta!

Y mientras esto ocurría, un grupo de feministas, devenidas ahora oficialistas, salieron a aplaudir este bochorno. En nombre del feminismo, declararon públicamente las bondades de seguir entregando cada peso a la usura de la deuda externa, inventando argumentos de cómo eso beneficiaría a las mujeres (¡!).

Nadie se tragó ese verso, y Las Rojas nos plantamos y respondimos: ¡No en nuestro nombre! Porque no vamos a regalarle la independencia política de este enorme movimiento, no vamos a dejar que en nuestro nombre quieran lavarle la cara a un gobierno amigo de los empresarios. ¡No vamos a ir a la rastra de éste ni de ningún gobierno!

Y con la bronca de ver todos los días un nombre nuevo en la televisión, de otra víctima de la violencia; y con la bronca de ver que el gobierno no tienen ningún interés en dar soluciones de fondo; y con la bronca de escuchar justificaciones en nombre del feminismo; y con la convicción de que la pelea es en las calles, salimos a plantarnos.
Marchamos desde el Obelisco hasta el Congreso, mostrando nuestros carteles de todas las víctimas que hubo durante el año, y recibiendo mucho apoyo y saludos de quienes nos cruzamos en el recorrido, lo que demostró una vez más la enorme sensibilidad que hay alrededor de esta otra pandemia.

La movilización de hoy fue una primera parada. El próximo 28 de Mayo, Día de la Salud de las Mujeres vamos a volver a las calles, por nuestro derecho a decidir, para que el aborto sea legal, seguro y gratuito, y que se apruebe el Proyecto de Ley de la Campaña, que es el proyecto de la Marea Verde. Porque siguen obligando a niñas a ser madres, como sucedió ayer en la provincia de Santiago del Estero. Porque siguen muriendo mujeres y personas gestantes en la clandestinidad. ¡Porque queremos decidir sobre nuestros cuerpos!
Y seguiremos preparando una enorme movilización el próximo 3J, para decir Ni Una Menos por la violencia, los femicidios y los trans travesticidios.

Si el hogar es el lugar más peligroso para las mujeres y la diversidad, ¡entonces las calles son nuestras y es ahí donde vamos a conquistar todos nuestros derechos!