
En pandemia, los trabajadores informales, los manteros y ambulantes fueron de los sectores más golpeados. En la medida que se fueron normalizando las actividades pudieron volver a trabajar, pero siendo hostigados permanentemente y a diario por los controles de la municipalidad de Betina Romero. Desde su asunción como intendenta fue clara en su posición contra de trabajadores ambulantes y manteros en el centro de la Ciudad.
A partir del asesinato de Nahuel Vilte en el parque San Martin, se impusieron restricciones a la venta ambulante dispuestas por la Municipalidad. Romero avanzó con las medidas de control impidiendo que los trabajadores manteros y ambulantes puedan vender en los espacios públicos dando de baja todas las habilitaciones de la feria de dicho parque.

El día sábado día previo al festejo del día de la madre las peatonales amanecieron sitiadas por policías por órdenes de Romero y el gobernador Sáenz. Mediante un operativo de represión brutal, que fue una verdadera cacería, detuvieron a 57 personas (entre ellas 17 mujeres y 3 menores) que exigían un espacio donde poder trabajar. Las detenciones fueron formalmente pedidas por la jueza Ada Zunino, que acusó a los trabajadores por “delito de resistencia a la autoridad”.
Los trabajadores, organismos de DDHH, partidos y movimientos fuimos a exigir a Ciudad Judicial la libertad inmediata, que empezó a concretarse producto de las fuerza que logramos en las calles. Desde el Nuevo MAS nos hicimos presentes solidarizándonos con los trabajadores y exigiendo la libertad inmediata y la recuperación del parque y las peatonales para que puedan volver a trabajar.







