El 11 de mayo se desarrollarán las elecciones provinciales. Se elegirán diputados y senadores provinciales, concejales y convencionales municipales.

El gobierno de Sáenz, nuevamente ha despegado la elección provincial de las nacionales, con el objetivo de “provincializar” la discusión.

No quiere quedar expuesto a que se demuestre que es una de las principales patas que sostiene al gobierno reaccionario y antiobrero de Milei, donde sus diputados y senadores aportan los votos en el Congreso que el gobierno nacional necesita para sus nefastas leyes, como la Ley Bases y el acuerdo con el FMI.

Sin embargo, todos los índices de la provincia han empeorado en el último año y medio, lo cual lleva a preguntarse ¿hay algún beneficio para la provincia de este enchastre político? Sáenz, equilibrista, se acomoda con todos los gobiernos, sin, sin embargo, poder demostrar que eso trae algún beneficio o bienestar a los habitantes de Salta.

Despegar la elección provincial de la nacional también le permite armar un marco de alianzas amplio, que incluye políticos de prácticamente todas las vertientes, que saltan de un espacio a otro, convirtiendo la política en un gran negocio, generando un amplio repudio en la población y desafección política.

Una manga de vendidos, las mismas caras de siempre, no van más.

Sin embargo, la crisis en la que se encuentra sumida la provincia no es del último año y medio. Son décadas y décadas de explotación y saqueo, que dan por resultante uno de los índices de pobreza e indigencia más altos del país, un gran nivel de desempleo, cada vez mayor precarización, y la consolidación de un fenómeno relativamente nuevo: los “trabajadores pobres”, personas que tienen trabajo (incluso formal) y que sin embargo el ingreso no alcanza a cubrir las necesidades básicas. A esto sumémosle que la provincia cuenta con una de las mayores tasas de violencia de género y femicidio, la gravedad climática del desmonte, la falta de infraestructura que genera desborde de ríos y arroyos, etc.

La pregunta clave entonces es ¿por qué en una provincia que cuenta con recursos naturales y variedad de actividades productivas, su población vive tan mal?

Son años de problemas estructurales, sumado al año y medio de Milei. Es la crisis de una provincia y un país pensados en función de las ganancias de los empresarios.

Los problemas de la provincia y del país exigen una salida de fondo, que rompa con estos modelos que fracasaron. Es la hora del anticapitalismo: una planificación racional y democrática de la economía tomando medidas que afecten de verdad a los poderosos. Desde el Movimiento al Socialismo, la lista de Manuela Castañeira en Salta, nos presentamos en estas elecciones para proponer un programa para salir de la crisis y dar vuelta todo.

Hay que renovar a la izquierda

Desde nuestra lista hicimos un llamado público a las organizaciones de izquierda para confluir en una intervención conjunta en estas elecciones. Lamentablemente, no recibimos ninguna respuesta, de la misma manera que lo vienen haciendo hace años. El FITU (en sus distintas versiones, porque no van ni unificados entre ellos) demuestran no estar a la altura de los desafíos planteados.

Por eso, te proponemos renovar a la izquierda, con otros métodos, otras caras y un programa anticapitalista.

Una provincia al servicio de las necesidades populares y no de las ganancias empresarias

Necesitamos grandes transformaciones a favor de las y los trabajadores para terminar con la enorme desigualdad social, que aumenta exponencialmente en el marco del gobierno de Milei y Sáenz. Estamos cansados de los políticos tradicionales de siempre, que sean del color que sean, defienden a los empresarios y los poderosos.

Para eso hay que dar discusiones de fondo, afectar los intereses de los capitalistas y plantear un programa de cambios profundos que ofrezca soluciones concretas a los grandes problemas de la realidad.

•     Hay que declarar la emergencia social y económica en Salta, para atender con urgencia las necesidades de los trabajadores, los jubilados, los jóvenes, las mujeres

• Poner en pie un plan de obras públicas financiado con un impuesto a las grandes fortunas. Hay que arreglar las calles, construir viviendas, hospitales y escuelas con el control de los trabajadores y los vecinos
• Salario mínimo de $2.000.000
• No al acuerdo con el FMI, ni devaluación ni dolarización
• Planificación racional y democrática de la economía por parte de los trabajadores
• Reforma tributaria anticapitalista
• Abajo las concesiones a las mineras transnacionales. Por una empresa estatal bajo control de sus trabajadores y comunidades afectadas. Protección de los recursos naturales y desarrollo de manera ecosustentable. Por empleo estable y con derechos laborales
• Estatización de los servicios públicos bajo control de las y los trabajadores y usuarios
• Becas estudiantiles masivas que permitan el ingreso, permanencia y egreso de universidades y terciarios
• Basta de precarización laboral. Reconocimiento laboral para los trabajadores de reparto por aplicación
• Derecho a la educación pública, gratuita y de calidad. Defensa de la ESI
• Defensa incondicional del derecho a la protesta social
• En defensa de los derechos de los mujeres, lesbianas, gays, bisexuales, trans, travestis, no binaries
• Por acceso a la vivienda para el pueblo trabajador y la juventud
• Salud pública, gratuita y de calidad
• Por una provincia anticapitalista socio ambientalmente sustentable
• En defensa del arte y la cultura independiente