El pasado domingo 28, día del triunfo electoral de Bolsonaro en Brasil, Macri publicó un twit desde su cuenta oficial que reza: “Felicitaciones a Jair Bolsonaro por el triunfo en Brasil! Deseo que trabajemos pronto juntos por la relación entre nuestros países y el bienestar de argentinos y brasileros”.

Como ya ha quedado claro, el de Bolsonaro no será un gobierno capitalista “normal”. Expresa la llegada al poder de lo más rancio de la sociedad brasileña, un engendro que no vacila en declarar públicamente su deseo de pisotear a los explotados y oprimidos del país hermano, al punto de decir públicamente que va a “fusilar” a los opositores a su gobierno. En cierto sentido, Bolsonaro pretende hacer en Brasil gran parte de lo que Macri no ha logrado hacer en Argentina por las trabas que le han ido imponiendo las luchas de los trabajadores, las mujeres y la juventud.

En este sentido, la felicitación de Macri no es menor. Puede tomarse como una expresión de deseo: Macri espera que el establecimiento de un gobierno cualitativamente más autoritario en el gigante sudamericano le dé nuevos aires para imponerles una derrota a los trabajadores y sectores populares argentinos. Nada bueno para los explotados y oprimidos puede salir de una amistad entre estos dos monstruos reaccionarios. Dependerá de la lucha de los abajo el ponerles un freno antes de que nos pasen por arriba.

A.V.