
Sin embargo, el capítulo de las industrias es poco claro. Alertamos en contra de que se obligue a ir a trabajar a cualquier establecimiento que no sea realmente un servicio esencial.
Fernández está entre dos presiones: por un lado, los empresarios, quienes priorizan sus ganancias a la vida de los trabajadores, y los sindicalistas vendidos que le siguen el juego. Por el otro, la clase trabajadora que no tolerará muertes evitables con estas relaciones de fuerza.
La preocupación creciente de las y los trabajadores por su salud y el peligro del desborde de camas de terapia intensiva parecen haber obligado a Fernández, Kicillof y Larreta a retroceder a algo parecido a la fase 1 de la cuarentena.
— Manuela Castañeira (@ManuelaC22) June 27, 2020
Desde el 1 de julio la tarea de la izquierda será fiscalizar que se cumpla la cuarentena en el AMBA a la vez que defender incondicionalmente el derecho a la protesta. Los trabajadores están cansados de las avivadas empresarias: reducciones salariales, despidos arbitrarios, etc.
No confiamos en el gobierno ni en los empresarios para hacer cumplir la cuarentena, mucho menos aceptamos las medidas represivas. Las y los trabajadores están preocupados por cuidar su salud. Por eso es necesario una renta básica universal de 50.000$ para garantizar la cuarentena
— Manuela Castañeira (@ManuelaC22) June 27, 2020
No confiamos en el gobierno ni en los empresarios para hacer cumplir la cuarentena, mucho menos aceptamos las medidas represivas. Las y los trabajadores están preocupados por cuidar su salud. Por eso es necesario una renta básica universal de 50.000$ para garantizar la cuarentena.
Es fundamental que se terminen los despidos y que las suspensiones sean al 100%. La CGT y la CTA deben despertarse de la siesta y convocar a una protesta nacional para que se pongan sobre la mesa los reclamos obreros, no los de los defensores de los vaciadores de Vicentin.
Es clave que se expropie inmediatamente Vicentin y se ponga bajo control de sus trabajadores. También es necesario dejar de pagar la deuda externa. Todos los recursos tienen que ponerse al servicio de las necesidades de la población trabajadora y del sistema de salud.






