La huelga de los repartidores en la India

Una serie de manifestaciones, protestas y huelgas de los repartidores de Blinkit (antes Grofers), propiedad de Zomato, la plataforma india de reparto en 10 minutos, ha vuelto a poner de manifiesto el carácter extremadamente explotador de la economía de servicios.

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Publicado por Asian Labour Review.  Traducción de Correspondencia de Prensa.

Una serie de manifestaciones, protestas y huelgas de los repartidores de Blinkit (antes Grofers), propiedad de Zomato, la plataforma india de reparto en 10 minutos, ha vuelto a poner de manifiesto el carácter extremadamente explotador de la economía de servicios.

Las manifestaciones comenzaron cuando Blinkit introdujo su nueva estructura salarial para los repartidores, según la cual el salario mínimo por entrega fue reducido a 15 rupias (0,17 euros) por entrega. Anteriormente, los trabajadores recibían un salario mensual, que luego fue rebajado a un pago “por pedido” de 50 rupias, después de 25 rupias y, hace unas semanas, se redujo a 15 rupias. La nueva estructura también prevé bonificaciones basadas en la distancia recorrida para completar el pedido, una política comúnmente denominada «remuneración basada en el esfuerzo». Como resultado, los repartidores de Blinkit van a ganar ahora entre 600 y 700 rupias al día (entre 6,78 y 7,90 euros), frente a las 1.200 rupias (13,545 euros) que ganaban antes.

Desde el 10 de abril de 2023, zonas como la capital, Delhi y la región NCR, Noida, Greater Noida, Faridabad, Ghaziabad y Gurugram, junto a muchas otras, se convirtieron en escenarios de protestas y de agitación por parte de trabajadores cuyo medio de vida está en peligro debido a los recortes salariales y a los cambios en la política de Blinkit. Durante casi una semana, la aplicación indicó que los servicios estaban “temporalmente indisponibles”, debido a que cientos de repartidores estaban en huelga contra esos cambios.

Los repartidores que protestaban también se unieron a la gran manifestación y al acto organizado con motivo del 1° de Mayo. La manifestación, en la que participaron diversos sindicatos de todo el país, trabajadores y aliados, recorrió las callejuelas de la ciudad vieja de Delhi, desde Ramleela Maidan hasta Chandni Chowk, donde se transformó en una manifestación y un mitin en el que se hicieron llamamientos colectivos a continuar con el movimiento para acabar con la explotación de los trabajadores en todo el país. Los trabajadores agitaron la bandera roja, con carteles como «Todos los trabajadores bajo el régimen de la ley laboral», » Inscribir a todos los trabajadores, de todas las categorías“ y ”Basta de trabajo por contrato», entre otros, y lanzaron consignas como «Viva el 1° de mayo“ y ”Viva la revolución». […]

La vida y la subsistencia en peligro

Deepak, un repartidor de Blinkit que trabaja en el distrito de Rana Pratab Bagh, en Delhi, me dijo:

«Antes ganábamos entre 1.000 y 1.200 rupias trabajando 8 horas. Después de este cambio, por el mismo tiempo de trabajo, vamos a ganar alrededor de 600 rupias. Todo esto ocurrió en un lapso de un año y medio. Dicen que nuestra tarifa de entrega va a aumentar en función de la distancia recorrida. Pero la mayoría de los pedidos que recibimos se sitúan en un radio de 1 a 1,5 km. Simplemente, nos están engañando. Hay muchas condiciones de trabajo que no entendemos. Por eso estamos en huelga. Queremos trabajar sobre la base de un salario para poder ganarnos la vida decentemente para nuestras familias. […]

Estos testimonios revelan un sorprendente contraste entre la realidad que viven los trabajadores de las plataformas de reparto y la forma en que los presentan en la publicidad como “socios” de reparto con aspecto alegre, repartiendo felicidad a domicilio sin problemas. Estas plataformas crean un espejismo de flexibilidad y autonomía: los trabajadores pueden elegir su horario laboral, independizarse de su jefe, ir y venir a su antojo y trabajar a su propio ritmo. Los consumidores encuentran proveedores de servicios “a la carta”, sin que se presuponga ninguna relación vinculante entre los trabajadores y las plataformas. Pero la realidad es muy distinta. Le pregunté a Rakesh Kumar, otro repartidor de Blinkit, sobre las reivindicaciones de la empresa en nombre de la “libertad” y de la «autonomía» de los trabajadores. Me respondió:

«Eso no es más que papel. La realidad es que una vez que venimos a trabajar aquí, nuestros horarios quedan inmediatamente fijados. Incluso si los pedidos superan el tiempo previsto, estamos obligados a no irnos sin haberlos finalizado. Nos amenazan con no poder trabajar a la mañana siguiente y con bloquear nuestros datos de acceso. Es común que los jefes de equipo nos digan terminantemente que no podemos irnos antes de las 12 de la mañana, o incluso de las 2 de la madrugada. Soy el único sostén de una familia de 6 miembros, y para ganarme la vida tengo que trabajar entre 14 y 16 horas al día. Si ellos (la empresa) tuvieran un día que hacer lo que nosotros hacemos, trabajando bajo la lluvia, con calor y frío extremos, ¡entonces sabrían lo que es! […]

El All India Central Council of Trade Unions (AICCTU) ha estado a la vanguardia de la organización de los trabajadores gig. Abhishek, secretario general del AICCTU de Delhi, me explicó cómo el sindicato organizaba a los “gig workers” a través de la App Karamchari Ekta Union. El sindicato App Karamchari Ekta Union trabajó mucho en la zona de Delhi NCR y dirigió las protestas de los trabajadores de Blinkit desde entonces. Al principio, los organizadores observaron de cerca el modo de trabajo de los repartidores de Blinkit en las distintas plataformas. Después de haber estudiado los problemas, empezaron a identificar los lugares donde se podían encontrar a los trabajadores en las calles. Después, dialogaron con los repartidores, que hablaban de sus condiciones y del funcionamiento interno de las plataformas. Así, se pudo establecer un clima de confianza y nació la App Karamchari Ekta Union, gracias al apoyo constante y a la solidaridad. […]

Un movimiento mundial

Los repartidores arriesgaron sus vidas para garantizar el aprovisionamiento de bienes esenciales a millones de hogares durante la pandemia. Sin embargo, su esfuerzo, su trabajo y sus reivindicaciones pasaron desapercibidos y nunca fueron reconocidos ni indemnizados. En este contexto, la huelga de Blinkit marca un punto de inflexión decisivo, ya que los repartidores se han unido para hacer oír su voz y para exigir un reconocimiento justo y un mejor trato. Las huelgas y protestas de los trabajadores de la economía de las app no son algo único ni se limitan a la India. En los últimos años, hemos visto incidentes similares en todo el mundo, especialmente en Estados Unidos. En 2018, los trabajadores de los almacenes de Amazon en Europa se declararon en huelga en el día de mayor actividad de compras, para exigir mejores salarios y mejores condiciones de trabajo. Esa huelga llamó la atención sobre la difícil situación de los trabajadores y provocó un interés renovado por su bienestar. Del mismo modo, en 2020, los trabajadores de Instacart, en Estados Unidos, organizaron una huelga nacional para exigir una prima de riesgo y equipos de protección en el contexto de la pandemia de COVID-19. La presión ejercida hizo que, finalmente, la empresa otorgara prestaciones extras, como bajas por enfermedad remuneradas y primas para los trabajadores de primera línea. El mundo es testigo de la erosión constante y consciente del derecho laboral, de la continua contractualización y de la tercerización del trabajo bajo la sombra intimidante del capitalismo neoliberal. Resulta irónico llamar “socios” a los trabajadores cuando lo único que la empresa comparte con ellos es la carga de un trabajo sin control y una disciplina laboral insoportable, el desmantelamiento del derecho laboral, el aumento de la jornada laboral con salarios a la baja y el ataque institucionalizado contra aquellos que protestan o tratan de sindicalizarse. Estas tendencias comunes se manifiestan en todo el mundo y anuncian un futuro peligroso para los trabajadores, pero encuentran una resistencia cada vez más fuerte.

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