Luego de realizado el corte de calle, el lunes 2 de noviembre, en el frente del hospital San Martín por el quite de cohortes y reclamando mejores condiciones laborales, los trabajadores y trabajadoras comenzamos recibir distintas formas de amenazas y aprietes a los compañeros que venían manifestando su bronca acerca de sus condiciones laborales. El gobierno provincial, que por un lado tiene un discurso de que los trabajadores de salud somos el sector más importante y aplaudiendo nuestro labor, por otro lado negocia a nuestras espaldas junto a las direcciones sindicales un salario de pobreza. A su vez, por medio de las direcciones de los hospitales, pretenden que volvamos a la normalidad sin darnos ninguna garantía de nada que asegure nuestra salud en plena pandemia y evite los contagios, que de hecho ya se vienen dando producto de las malas condiciones de los elementos de higiene y protección personal.
Luego del corte de calle los trabajadores del hospital nos acercamls a entregar un petitorio donde se solicitaba entre otras cosas que se revierta esta política que poco tiene que ver con darle garantías de salud a los trabajadores en medio de una pandemia. Al ingresar al hall de la dirección del hospital ya nos estaba esperando la policía como forma de amenazar a aquellos que reclaman mejorar sus condiciones.
Al día siguiente de realizado el corte y entrega del petitorio empezamos a vivir diferentes formas de aprietes y amenazas directas de todo tipo si continúan «haciendo quilombo».
Ante esas formas de aprietes y persecuciones exigimos a las direcciones sindicales que se pongan a disposición de los trabajadores que estamos sufriendo distintas formas de amenazas y a la dirección del hospital a que se revierta toda forma de maltrato hacia los derechos de los trabajadores.
La Corriente Sindical 18 de diciembre continuamos llevando adelante todas las medidas que sean necesarias para garantizar la integridad y poder continuar con la organización por abajo que se viene gestando.