Mediante un vergonzoso comunicado, el Frente de Todos justificó la represión a los vecinos de Andalgalá. También se ocupó de lavarle la cara a la megaminería contaminante y acusar de violentos a quienes luchan contra esta actividad.

El comunicado comienza con un supuesto repudio a los hechos de violencia y más adelante acusa de violentos y minoritarios a los vecinos y asambleístas que se organizan y luchan contra la megaminería. Está claro entonces que su repudio es hacia quienes luchan y no hacia la violencia, que es el resultado de su política represiva y la ejercieron las fuerzas de seguridad y no los manifestantes.

La megaminería se encuentra prohibida en siete provincias por su grave impacto ambiental. Estas prohibiciones han sido producto de la lucha de los vecinos y asambleas ambientalistas. El gobierno vuelve a la ofensiva en el marco de reafirmar su política extractivista luego de firmar un acuerdo con el FMI que hipotecará el futuro de millones de trabajadores argentinos.

Las consecuencias de la megaminería

Por otro lado, el comunicado habla de que “se está logrando mejorar las reglas de trabajo en favor de la gente”. Es curioso que se diga esto cuando Andalgalá es el caso testigo de la megaminería contaminante. Y es que en esta localidad está ubicado el yacimiento de cobre y oro del Bajo de la Alumbrera. Desde 1997 es operado por la empresa Minera Alumbrera, que fue la primer gran minera instalada en el país.

Esta minera acumula denuncias y pruebas de contaminación. Se ha determinado que el agua que se desecha del yacimiento posee un alto contenido de cobre, sulfatos y cianuro, superando los límites establecidos por la legislación argentina. Además, su actividad demanda un uso brutal de agua, alrededor de 86 millones de litros de agua dulce por día. Según la OMS, para paliar todas sus necesidades una persona necesita 50 litros de agua al día. Es decir que esta minera usa el equivalente a la necesidad de agua de 1,7 millones de personas.

Ganan las multinacionales, pierden los vecinos y las generaciones futuras

Por último, el comunicado también habla de que es posible llegar acuerdos que “beneficien a todos” y que se convoca al “diálogo” en el mismo sentido. Dadas las consecuencias de la megaminería no es posible hablar de un beneficio para los habitantes de Catamarca. Ni tampoco de generación de puestos de trabajo ya que, por ejemplo, solo 50 personas trabajan en el yacimiento del Bajo de la Alumbrera. Lo que sí es cierto es que las multinacionales suelen salir muy beneficiadas. Entre 2002 y 2005 la Minera Alumbrera declaró exportaciones por 2.580 millones de dólares, con un promedio de 647 millones al año. En 2005 sus envíos al exterior alcanzaron los 897 millones, en 2007 llegó a 1558 millones, en 2008 a 1.250 millones y en 2009 a 1.203 millones. Está claro entonces quien gana y quien pierde con este tipo de actividad, y a qué sectores defiende el gobierno.