Luchemos por el salario y una vuelta a la presencialidad en condiciones sanitarias y edilicias. Por un plan de infraestructura en todo el país.
Hace unos minutos se conoció que en la reunión paritaria nacional docente se habría acordado entre el gobierno y los gremios un acuerdo del 30%, según las diferentes estimaciones. Y además como nos tienen acostumbrados todos los gobiernos, sería en cuotas, en marzo, julio y septiembre. Una vez más, de la misma manera que lo hicieron con los protocolos, la CTERA acuerda a espaldas de los docentes, sin convocar asambleas ni ninguna instancia democrática de decisión colectiva.
Se trata de unos puntos más que la estimación proyectada de inflación para todo 2021 que hizo el Ministro de Economía Martín Guzmán, imposible de creer cuando todos los estudios dan cuenta que al ritmo inflacionario actual el 2021 terminará con no menos del 50%. En realidad, lo que pretende Guzmán y el gobierno nacional es utilizar esta “estimación” trucha para realizar un ajuste en las cuentas del Estado y así poder allanar el camino a un acuerdo con el FMI. Así, podemos decir que esta paritaria es el producto directo y acordado de uno de los requisitos que pide el Fondo Monetario Internacional para avanzar en un nuevo pacto que someta al país a los dictados de las grandes potencias imperialistas. Un calco de las épocas del menemismo, pero disfrazado de diálogo paritario.
Lo que la docencia a nivel nacional necesita es, en cambio, un salario que sirva para cubrir todas las necesidades que tenemos, como señala la Canasta básica familiar que, por poner un ejemplo, en la Provincia de Buenos Aires ronda los $56.000. Por eso cualquier aumento salarial debe, al menos, para no perder con la inflación y en camino de ir hacia la canasta familiar, no ser menor al 50%. Cualquier acuerdo menor de eso significa seguir profundizando la miseria de los últimos años.
A esto se le suma el presupuesto bajísimo en educación que viene imponiendo los gobiernos nacional y provinciales que, en medio de la pandemia, no han puesto ni un peso para garantizar la virtualidad y tampoco invirtieron en infraestructura para ir hacia una presencialidad segura en condiciones sanitarias y edilicias dignas.
Desde la Corriente Nacional Carlos Fuentealba llamamos a toda la docencia a rechazar este acuerdo de miseria y exigimos a la CTERA que convoque Asambleas democráticas y resolutivas en todo el país para que seamos los docentes lo que decidamos qué salario necesitamos. Sólo la organización y lucha de la docencia puede lograr conquistar un salario igual a la canasta familiar, un aumento de presupuesto para garantizar una vuelta segura a las aulas y un plan de vacunación masivo para todos los trabajadores de la educación.
Proponemos:
-Por un salario igual a la Canasta Familiar. Aumento no menor al 50%
-Realización de Asambleas en todo el país, por distrito y en cada escuela.
-Formación de Comités de Seguridad e Higiene en cada escuela del país para organizar la lucha por una vuelta segura en condiciones sanitarias y edilicias.
-Un fuerte aumento de presupuesto educativo, para encarar las obras de infraestructura, la cobertura de horas y cargos, el personal auxiliar, los insumos sanitarios y la conectividad, para una vuelta segura a la presencialidad
