
El anuncio de la degradación de los Ministerios Nacionales tuvo una pronta respuesta por parte de los y las estatales, que rápidamente transformaron el miedo al despido en bronca y movilización. El paro convocado para el lunes 3 y las acciones que se realizaron en los distintos Ministerios, con una gran participación de trabajadores y trabajadoras, dieron cuenta de eso.
Pero la organización por abajo sigue encontrando un freno muy grande, que es la dirigencia sindical. Al parecer, ninguna de las conducciones – ni de UPCN (abiertamente carneros patronales), ni de la Verde de ATE Nacional o la Verde y Blanca de ATE Capital – recibió el mensaje que el gobierno de Macri viene por todo, y va a arrancar por el empleo estatal.
Más allá de todas las declaraciones de guerra, hasta ahora no ha habido ninguna acción que se plantee seriamente pelear hasta derrotar los planes de ajuste del gobierno y el FMI. Y si la semana pasada se logró imponerles acciones unificadas en la calle, fue sólo por la presión y la bronca que se generó en cada lugar de trabajo frente a la incertidumbre desatada por los anuncios de Macri. El mismo día del Paro, muchas compañeras y compañeros fueron a trabajar, y frente a los anuncios del presidente y del ministro de economía, decidieron salir a movilizarse y expresar la bronca contenida, en una marcha que convocó a casi 8 mil estatales en las calles.
Pero la burocracia se sabe reacomodar bien rapidito, y en cuanto pudo, metió una y mil maniobras para volver las cosas a su cauce “normal”: cada quien peleando en su lugarcito, sin siquiera chocarse con el de al lado. Así, quienes queremos salir a enfrentar el ataque de Macri, nos encontramos que en el marco del Paro Nacional de ATE del miércoles, tuvimos que elegir entre no menos de 10 acciones simultáneas.
El argumento para dividir es siempre el mismo, “la especificidad” de cada pelea. Entonces convocaron a cortes por cada ministerio en lucha, corte por los y las trabajadoras de Ciudad, cortes por los movimientos sociales. Un acto en Obelisco, y otro en Hacienda. Pero el ataque a los y las estatales es parte del acuerdo del gobierno de Macri, Larreta y Vidal con el FMI, nada tiene que ver con decisiones ministeriales que se pueden pelear de manera aislada.
Lo que está en el fondo es que, a pesar de las diferencias de cada una de las conducciones por apoyar distintos proyectos patronales, ni Cachorro Godoy de ATE Nacional, ni el Tano Catalano de ATE Capital, están dispuestos a generar un conflicto que ponga en jaque al gobierno nacional. Y justo ahora que la bronca contra el gobierno, contra el FMI crece día a día, incluso entre sectores que en un principio lo habían apoyado.
Por eso, ninguno de los actos se realizó en la Plaza de Mayo. Cachorro convocó al Obelisco, mientras que Catalano a Hacienda, incluso cuidándose de ingresar por atrás del Ministerio (que se ubica justo enfrente a Plaza de Mayo), para no pisar ni una baldosa de la Plaza. La política del ‘Hay 2019’ es una condena a la derrota de los sectores que quieren salir hoy a frenar los ataques brutales que estamos viviendo. Para ser la verdadera “pesadilla del PRO”, como dicen los cantitos de ATE, hay que enfrentarlo hoy, en las calles y en unidad.
Toda esta política de división y aislamiento, es la misma que utilizaron a principios de 2016, cuando el gobierno arremetió con los 40 mil despidos en todo el país, y los y las trabajadoras protagonizamos movilizaciones masivas, asambleas multitudinarias en cada dependencia, nos pusimos en pie de guerra, pero que la burocracia logró ahogar en el aislamiento sectorial y la “negociación” por sector. Pero ahora es distinto, porque en la calle no sólo estamos los y las estatales, también están luchando los y las estudiantes y docentes por la educación pública; el movimiento de mujeres viene de unas jornadas históricas y no se achica; hay luchas de gran importancia como la de Astillero, los Mineros de Río Turbio, y los y las trabajadoras del Hospital Posadas que enfrentan una ola de despidos y vaciamiento del Hospital.
Al contrario de lo que dicta la burocracia de ATE, y al igual que en aquella oportunidad, lo que se escucha por abajo es la necesidad de juntarse con el resto; ya sean otros sectores de estatales, de estudiantes, del movimiento de mujeres. Los compañeros y compañeras entienden que si no es con la más amplia unidad, no vamos a poder derrotar a este gobierno. Así es el caso de Agroindustria, que en cada una de las acciones fueron acompañados por el movimiento estudiantil en lucha. O las compañeras de Salud, que además de pelear por su fuente de trabajo, se unieron al movimiento de mujeres en defensa de los derechos conquistados para la Salud Sexual y Reproductiva.
El acuerdo de Macri con el FMI necesita de un brutal ajuste a todos los trabajadores y trabajadoras, y un recorte feroz del gasto público que afecta también a los sectores más pobres. No es sólo el plan de despidos, eso es sólo una parte, se preparan para reventar las condiciones laborales y la atención pública, y para frenarlo no alcanza con medidas sectoriales. Es urgente fortalecer las instancias de organización de base, en cada lugar de trabajo, para poder desarrollar asambleas donde discutir qué medidas vamos a llevar adelante. Y seguir impulsando la unidad entre todos los sectores en lucha, no sólo de estatales.
Ese ajuste se va a plasmar con la aprobación del presupuesto que se prepara para las próximas semanas: es ahí donde va a definir dónde se va a poner la plata de los Ministerios cerrados (que ya se adelantó que gran parte del recorte de Salud y Educación va a ir a parar a las fuerzas de seguridad, muy necesario para “contener” las luchas que se desaten en momentos de apriete), cuál va a ser la pauta salarial, cuántos puestos de trabajo se van a mantener y cuántos se van despedir.
Un presupuesto que ya están negociando con los “opositores” del PJ y la burocracia sindical, y al que hay que enfrentar en la calle para evitar que se apruebe. Hay que exigirle a la CGT y las CTAs que el día que se discuta el presupuesto llame a Paro y movilización para frenar el presupuesto del FMI.
También tenemos una parada muy importante el próximo 24 y 25. La CTA-T (Yaski) convocó a un paro de 36 horas con movilización a Plaza de Mayo para el 24, mientras que la CGT sólo llama al típico paro dominguero el 25. Tenemos que transformar ese acto en una acción de lucha, una jornada donde se exprese que los y las trabajadoras vamos a pelear hasta derrotar al gobierno. Y el 25 los y las estatales tenemos que impulsar que se convierta en un paro activo con cortes y piquetes en todos los accesos, para que se vea la fuerza que tenemos.
La pelea contra el ataque del gobierno no va a ser fácil, están decididos a todo y hay que prepararse para dar la batalla hasta el final. En cada lugar de trabajo, en cada movilización o corte se habla de la bronca que hay contra este gobierno y que ya no se aguanta más que siga gobernando para los empresarios y el FMI a costa de nuestras condiciones de vida. Hay ganas y fuerzas para luchar, si peleamos todos y todas juntas podemos ganarle.