El represor Orlando “El Hormiga” González, que está con prisión domiciliaria, actúa como coordinador de una manifestación convocada frente a la Casa Rosada para la impunidad a los genocidas asesinos, violadores y apropiadores de bebés. Lo acompaña en la organización Asunción Benedit, de “Pañuelos Negros”. Ella es hermana del diputado Beltrás Benedit, organizador de la comitiva que visitó a Astiz el año pasado. Algunos medios mencionan como organizador a Gómez Centurión, otros militares retirados y abogados de genocidas.
Quieren aprovechar el viento a favor desde las altas cumbres del Poder Ejecutivo, con la campaña ideológica de defensa del Estado que secuestró y mató a miles de personas. También tienen apoyos de las altas jerarquías del Poder Judicial, como queda en evidencia con resoluciones como la de la Corte Suprema sobre la extinción de la prisión preventiva a quienes pasen muchos años esperando sentencia. Es la propia Corte la que permite que se dilaten las sentencias. Ni hablar del alud de domiciliarias, que comenzó con el gobierno de Alberto Fernández y es moneda corriente en el actual.
Y con el aliento de un gobierno pro genocidio, están alentando la realización de una convocatoria para exigir la libertad de los genocidas que están esperando su juicio con prisión preventiva.
El genocida al frente de la convocatoria es el señor Orlando González, conocido con el seudónimo de “Hormiga”, condenado a cadena perpetua en 2017 y en prisión domiciliaria. Fue reconocido por sus víctimas en los juicios que afrontó como activo represor en la ex ESMA. Testigos sobrevivientes señalaron que cumplía funciones de “recepcionista”, distribuyendo a las víctimas en el predio de las FFAA.
Se destacó también por ser el fotógrafo de las personas detenidas desaparecidas en ese infame centro clandestino. No lo hizo solamente por vocación “artística”. Fue señalado como el que fotografió a Thelma Jara de Cabezas (secuestrada en la ESMA) tanto en la autopista Panamericana como en la Plaza Independencia de Montevideo. El objetivo de esas fotografías era mostrarla como supuestamente en libertad pese a estar detenida.
Los desaparecedores, asesinos, violadores y apropiadores de bebés sienten viento a favor con este gobierno. Quieren impunidad para quienes están cumpliendo penas e que los que todavía esperan juicio sean exonerados.
Las condenas fueron logradas con la lucha de generaciones por más de cuarenta años. La vanguardia indiscutida, en el momento más difícil, fueron las Madres de Plaza de Mayo. Pero con el correr del tiempo dejaron de estar solas. Con la fuerza de las movilizaciones masivas logramos que muchos pagaran por sus crímenes. Los simpatizantes de los genocidas son una minoría, y merecen que eso se siga demostrando con nuestras masivas manifestaciones contra toda forma de impunidad.




