Los extremos están puestos sobre la mesa, a la luz pública. La pelea contra la dictadura y sus genocidas (de marca mayor y de otras marcas) continúa. Los familiares de genocidas, envalentonados por los “aires” que corren desde los poderes del Estado, piden la libertad para los genocidas de todo pelaje, aun los de “marca mayor” como Alfredo Astiz.
“El comportamiento de Vence no es casual, hay una decisión en dilatar la toma de decisiones cruciales para el proceso de juzgamiento”, advirtió Aolita (hijo de un sobreviviente de Campo de Mayo y referente de la APDH de Zárate). La dra Vence es la magistrada que lleva la megacausa Campo de Mayo que tramita ante los Tribunales de San Martín. Hubo condenas, pero hay más familiares de víctimas que no han recibido reparación a sus pérdidas, porque las indagatorias están paralizadas, los genocidas fallecen, como aconteció con el genocida Santiago Omar Riveros y él, junto con otros, no reciben las condenas necesarias para hacer justicia con las víctimas fallecidas y sus familiares.
Entre las indagatorias pendientes, no se encuentran solamente las de personal militar, sino ejecutivos de altos cargos en empresas de la zona, como el señor Juan José Penas, ex gerente de Relaciones Industriales de Lozadur y Juan Ronaldo Tasselkraut, ex gerente de Mercedes Benz, oportunamente sobreseído y vuelto a procesar por reclamo de familiares de sus víctimas.
Por tal motivo, realizarán una concentración el próximo martes 25 frente a los tribunales de San Martín para pedir que la causa vuelva a ponerse en movimiento.
Mientras la Justicia pierde tiempo… en hacer “injusticia”… los genocidas, sus familiares y defensores, lo utilizan para pedir su libertad. Genocidas de “marca mayor”, denunciado en Argentina y el mundo entero, como Alfredo Astiz, condenado a prisión perpetua por sus múltiples delitos cometidos de secuestros, torturas, crímenes. En una dura carta pública, la hermana del genocida le exige al gobierno mileísta que libere a su familiar y a todos los represores y que los centros de Memoria vuelvan a manos de las autoridades de las FFAA que correspondan. Contundente: Libertad a los genocidas y entierro de los Sitios de Memoria.
Las cartas están puestas sobre la mesa. Esta es una pelea tan dura como permanente. Para ganarla, debemos redoblar la lucha por todas las libertades democráticas.
Así como lo hicimos y debemos seguir haciéndolo, (porque aún quedan detenidos/as de la movilización por la Ley Bases en el Senado), la pelea por la libertad y el cierre de las causas a los/as detenidos/as recientes, la defensa de los logros conquistados en varias décadas e ir por más, como lo exigen los familiares de la megacausa Campo de Mayo, es una tarea presente. Tan presente como la utilización de “infiltrados” en las filas de los/as luchadores/as para poder justificar su encarcelamiento, malos tratos y apertura de causas penales.
La historia nos lo ha enseñado. Y por esa razón nosotros conocemos también “la otra historia”, la que construimos desde abajo, con una lucha unitaria y sin bajar la guardia.