
El nuevo esquema supone un ajuste al sueldo de los abuelos porque basa el cálculo de los aumentos a la recaudación impositiva, al aumento de los salarios del resto de los trabajadores y no a la inflación.
En un escenario recesivo e inflacionario como el actual estos factores tienden a estar a la baja, como ya se demostró con el magro aumento del 7% a los estatales.
El oficialismo tiene los votos para votar este ajuste, por lo que se presupone que la modificación de la fórmula avanzará sin mayores complicaciones para el gobierno.
Voces opositoras se alzaron en contra de este ataque, como la de Manuela Castañeira, referente de la izquierda y dirigente del Nuevo MAS, quien dijo que el gobierno hace cálculo de la jubilación “para hacer un recorte en los gastos del Estado. La sociedad argentina votó que se vaya Macri y esperaba otra cosa. Este Presidente está decepcionando a sus propios votantes”.