Delicia Mamani Mamani, de 25 años y estudiante del Profesorado de Educación Inicial en el Carbó, está desaparecida desde el jueves 20 de noviembre. A 10 días de su desaparición, no existe un solo dato certero sobre su paradero. La familia y la comunidad educativa del Carbó exigen que se investigue la posibilidad de que Delicia haya sido captada mediante engaños.
Su madre, mujer migrante, denunció que en la Comisaría de Malagueño no solo recibieron un trato discriminatorio, sino que tampoco se les entregó constancia alguna de la denuncia. Las pruebas aportadas fueron retenidas sin protocolo.
Ante la falta de respuesta en Córdoba, un familiar realizó la denuncia en Jujuy el 23 de noviembre. Finalmente, gracias a la presión de docentes y estudiantes del Carbó, el sábado 29 de noviembre se tomó la denuncia en Córdoba y se abrió un expediente formal. La madre prestó declaración en la Unidad Judicial 2 el lunes 1 de diciembre, acompañada de la comunidad educativa, organizaciones feministas —entre ellas Las Rojas— y activistas, para garantizar sus derechos.
Durante todo este proceso, docentes y estudiantes denunciaron la ausencia de protocolos en el nivel superior para actuar ante casos de desaparición o violencia de género.
Mara, docente del profesorado, relató en una entrevista durante la convocatoria en el Carbó:
“A la noche del viernes 21, la mamá empezó desesperada a buscarla. Las compañeras notaron que no podían contactarla por teléfono ni redes: se habían dado de baja. La familia vive en absoluta precariedad… Cuando intentó denunciar, en Malagueño no avisaron a ninguna unidad judicial. En Jujuy también se hizo la denuncia, y la docente advirtió fallas en la recepción. Detalló que en la Unidad Judicial 1 no quisieron tomar la denuncia y las hicieron esperar horas. Se perdieron días claves, días vitales”.
Agregó que, al intentar radicar la denuncia en distintas sedes judiciales, se encontraron con negativas, demoras y falta de personal.
“Ha sido un destrato, un maltrato increíble… recién se pudo hacer la denuncia el sábado a la tarde (…) El único asesoramiento que recibimos para poder proceder vino de María Pereyra, Secretaría de Género del sindicato docente de UEPC Capital, y de la Agrupación Carlos Fuentealba, que nos acompañaron”.
Julia Di Santi, dirigente del Nuevo MAS y Las Rojas, exigió la búsqueda inmediata de Delicia y denunció la inacción policial y judicial:
“La familia fue maltratada en la Comisaría de Malagueño, no les otorgaron constancia de la denuncia y recibieron trato discriminatorio. La policía y la justicia de Córdoba deben responder de inmediato. Acompañamos a la comunidad del Carbó, que logró que hoy se tomara la denuncia en la ciudad de Córdoba con la debida constancia. Aparición ya de Delicia Mamani Mamani. El Gobierno de Llaryora es responsable”.
La Policía y la Justicia de Córdoba —bajo el gobierno de Martín Llaryora— no activaron los mecanismos de búsqueda y no garantizaron ni los procedimientos más básicos. Esta ausencia de acción inmediata no es accidental: es resultado directo de decisiones políticas que se vienen profundizando en la provincia, con recortes, vaciamiento de las políticas contra la trata y la violencia de género, y una creciente vulneración de derechos.
Urgente! Delicia Mamani Mamani desapareció hace ocho días y no se tiene un sólo dato sobre ella.
Tiene 25 años y es estudiante de superior del Carbó.La inacción policial y judicial es un escándalo. La familia fue maltratada en la Comisaría de Malagueño donde radicaron la… pic.twitter.com/lGYlWrK7Cs
— Julia Di Santi (@JuliaDiSanti1) November 29, 2025
Venimos de un 25 de noviembre marcado por un operativo policial desmedido contra familiares y organizaciones que denunciaban el aumento de femicidios, y de un crimen de odio en el que la policía asesinó brutalmente a Samuel Tomares. Es esta misma fuerza la que desoyó a la familia de Delicia.
Llaryora es cómplice del gobierno nacional. Milei es el responsable ideológico, mientras niega la violencia de género, ataca al movimiento feminista y a la ESI. Los femicidios no paran, las desapariciones no paran y la violencia hacia mujeres y diversidades no para. Al desmantelar programas, cerrar organismos y eliminar políticas de protección, ¡las pibas siguen desapareciendo! Durante el 2025 no existen estadísticas oficiales actualizadas de mujeres, niñas y adolescentes desaparecidas: sin registros, sin datos y sin políticas públicas, tanto a nivel nacional como provincial.
La desaparición de Delicia —como el asesinato de Samuel— expone el incremento de la impunidad policial y cómo las políticas deliberadas de Milei y Llaryora golpean con mayor fuerza a la juventud.
A su vez, la respuesta fue concreta por parte de estudiantes y docentes del Carbó, quienes visualizaron y denunciaron desde el primer momento la responsabilidad de la policía y la justicia. Su familia y vecinos en Malagueño, quienes realizaron el mismo lunes por la tarde un corte de la ruta C45, continúan exigiendo lo que debería ser una obligación elemental: una búsqueda inmediata, seria y coordinada. Exigimos que se investigue el caso como un posible secuestro con fines de trata y que se active la búsqueda a nivel nacional, no solo en Córdoba.
La respuesta sigue siendo en las calles: aparición de Delicia Mamani Mamani.




