Basta de Violencia y Femicidios
Aparición de Tehuel ya
Eli Gómez Alcorta es responsable
En lo que va de 2021 ya hubo más de 120 femicidios y transtravesticidios. Es la otra pandemia, la de la violencia y el circuito de desidia y desamparo por parte del Estado. Úrsula, Cecilia, Ivana son algunos de los nombres más resonantes porque tanto las familias como el movimiento hemos salido a las calles con sus nombres en alto, organizándonos para exigir justicia, para exigir que no haya #NiUnaMenos. Desde 2015 el movimiento feminista logró poner en la agenda política, con miles y miles movilizades en todo el país, este flagelo que no para. Pasaron seis años. Pasaron gobiernos. Y las mujeres y diversidad seguimos en peligro.
Cuando asumió Alberto Fernández uno de los grandes anuncios fue la creación del Ministerio de Mujeres, Género y Diversidad. La cuarentena de 2020 demostró que el encierro no hizo sino agravar la situación de las mujeres, la diversidad y les niñes, obligados a permanecer 24/7 con violentos y abusadores. De eso no se ocuparon Eli Gómez Alcorta y su ministerio. Anunciaron grandes planes y proyectos, llenaron páginas y páginas de detallados pasos que iban a dar para erradicar la violencia. Otro año pasó, y hay que repetirlo: en lo que va de 2021 ya hubo más de 120 femicidios y transtravesticidios. Cada 35 horas una mujer o diversidad es asesinada. En 2020, el 74% de los femicidios y transtravesticidios ocurrieron dentro del hogar de la víctima.
Desde hace casi tres meses está desaparecido Tehuel, un pibe trans, que salió el 11 de marzo de su casa a una entrevista de trabajo. A Tehuel lo busca su familia, lo busca su pareja, lo buscan sus amigues, los busca el movimiento… Los que no mueven ni un dedo son las fuerzas de inseguridad a cargo de Sergio Berni (el mismo responsable de encubrir el asesinato de Facundo Castro). Tan es así que, aún sin hacer rastrillajes ni búsquedas serias, pasados dos meses anunciaron que darían una recompensa a quien dé información verídica sobre el paradero del cuerpo de Tehuel. Sin buscarlo, lo dan por muerto. Aunque hay dos detenidos, no hablan, y Tehuel sigue sin aparecer. La de Tehuel no es una historia rara ni infrecuente. La marginación, el trabajo precarizado y mal pago, que es común para toda la juventud, se agrava para las, les y los trans. La discriminación y los actos de odio ocurren cotidianamente. Por no hablar de la falta de acceso a la salud y a la educación. Y cuando Tehuel desaparece, el Estado no lo busca. Además de preguntar dónde está Tehuel, ¡hay que preguntar dónde está el Ministerio, dónde está Berni, dónde está el Estado con todos sus recursos al servicio de que aparezca Tehuel con vida!
Los grandes anuncios de planes del ministerio son una verdadera farsa. Porque todo se sostiene con presupuesto ridículo de $53 por mujer y diversidad. Y a ese presupuesto se llega sumando las asignaciones sociales como la AUH y otras, que salen de las arcas del ANSeS. Lo cierto es que el presupuesto que este gobierno y su ministra destinan para “combatir y erradicar” la violencia es menos que una lata de gaseosa. Además, las trabajadoras de los programas como las líneas telefónicas de asistencia y otras, trabajan en la precariedad, con salarios miserables y con amenazas y hasta despidos (como está ocurriendo hoy en el Polo de la Mujer de Córdoba). Mientras tanto, negocian los millones que le van a destinar al pago de la deuda externa. Una deuda fraudulenta, contraída a espaldas de pueblo por el gobierno de Macri y que el gobierno de Fernández, por más grieta que actúe, se empeña en pagar centavo a centavo. A costa de no invertir en educación, ni en salud, ajustando a las y los trabajadores, con salarios miserables y precarización laboral. Por supuesto, tampoco invierten en acciones reales que permitan evitar la violencia, prevenir los femicidios y las desapariciones.
Y el lugar para denunciar… ¡sigue siendo la comisaría! El 20% de los femicidas son miembros de las fuerzas represivas. No hay lugares seguros para denunciar, no hay refugios, no hay planes para que mujeres, diversidad y niñes puedan salir de los hogares violentos, no hay ESI obligatoria ni con perspectiva feminista para enseñar que el cuerpo de las mujeres, la diversidad y les niñes no son cosas propiedad de uno que puede usar, romper o maltratar. Por eso, desde Las Rojas impulsamos salir a hacer escuchar la voz de las mujeres y la diversidad, como lo hemos hecho para arrancar el derecho al aborto. Con todos los cuidados sanitarios y distanciamiento, este 3J nos movilizamos en todas partes para exigir:
¡#NiUnaMenos! Basta de violencia y femicidios!
¡Aparición de Tehuel con vida ya!
¡Presupuesto para combatir la violencia, no para el FMI!
