
Esta es una campaña que combina actividad en las redes con actividad en las calles, donde nos encontramos difundiendo nuestra política y debatiendo con decenas y decenas de estudiantes.
Instalando mesas de agitación en el centro platense nos encontramos con una gran cantidad de estudiantes que el año pasado se quedaron en sus pueblos pero que este año decidieron viajar a la ciudad nuevamente, según ellos, “cansados de la virtualidad” y al darse cuenta de la enorme dificultad y, en muchos casos, imposibilidad de poder sostener sus estudios desde sus casas. Gran cantidad de ellos firmaron el petitorio que desde el ¡Ya Basta! estamos construyendo en perspectivas de presentarlo a las autoridades de la Universidad y muchos otros nos decían que no podía ser que se pueda ir a un bar y no estar la facultad abierta. Mientras tanto, otros sostenían que tranquilamente se pueden generar mecanismos de cuidado en seguridad e higiene, con responsabilidad colectiva de la comunidad académica.
Estas opiniones son la fiel expresión de un 2020 que demostró el rotundo fracaso de la educación virtual, con escandalosos números de deserción, donde se estima que alrededor de 45 mil estudiantes, fueron expulsados de la UNLP. Números no «oficiales», ya que el rector Tauber el año pasado culminó su gestión celebrando la virtualidad como un “éxito”, sólo mostrando los números de egresados y cursadas “funcionando”, y ocultando hasta el día de hoy los números de deserción. Todo esto mientras la FULP y los centros de estudiantes cómplices del gobierno no hicieron nada para garantizar el derecho a una educación verdaderamente pública, segura y gratuita.
Desde el ¡Ya Basta! denunciamos que mantener la educación superior tal y como está sólo tiene una clara intencionalidad política: hacer de la Universidad algo para pocos, desfinanciando la educación superior y desarticulando un actor de la política nacional como lo es el movimiento estudiantil, un movimiento históricamente dinámico y solidario con las luchas de lxs de abajo.
Entendemos queno se pueden presentar soluciones abstrayéndose de la realidad pandémica, pero que tampoco podemos naturalizar el avasallamiento de un derecho histórico y elemental, y que tranquilamente se podrían atender a las necesidades de los sectores más emergentes.
Por eso salimos con esta campaña para que 1º y 2º años vuelvan a la presencialidad bajo estrictos cuidados sanitarios y vamos a estar toda la siguiente semana con esta iniciativa, que ya obtuvo una gran y positiva recepción, en las redes y en las calles. Así mismo seguiremos exigiendo al Rectorado y a la FULP que se pongan a la cabeza de este reclamo, y llamando al resto de las agrupaciones de izquierda a sumarse a esta campaña, ¡porque la educación es un derecho y no un privilegio!






