Artículo de La Política Online
En una protesta que para muchos quedará en la historia, manifestantes pro palestinos invadieron el vestíbulo del New York Times exigiendo un alto el fuego en Gaza e insistiendo en que el periódico liberal favorece a Israel en su cobertura de la guerra en curso. La manifestación exhibe una nueva estrategia de los movimientos juveniles en defensa de Palestina para ejercer presión sobre los medios.
Los activistas ocuparon el vestíbulo del edificio del New York Times mientras coreaban consignas en las que acusaban al periódico de cómplice de crímenes de guerra. Los cánticos también se dirigieron al presidente Joe Biden: «Biden, Biden, no puedes esconderte, estás apoyando el genocidio», decían.
Organizaciones como el Movimiento Juvenil Palestino, Estudiantes Nacionales por la Justicia en Palestina, la Coalición ANSWER, el Foro del Pueblo y la Asamblea Internacional de los Pueblos han hecho un llamado a sindicatos, jóvenes, estudiantes, trabajadores de los medios y de la salud, y a todos los miembros de la sociedad para que se sumen a la presión con marchas, huelgas, sentadas y otras formas de acción directa dirigidas a las oficinas políticas, empresas y lugares de trabajo que financian, invierten y colaboran con lo que consideran el genocidio y la ocupación israelíes.
«Estamos pidiendo el desmantelamiento total del sionismo; lo queremos fuera de todas las instituciones de la vida política, social y económica. Si Biden y Netanyahu quieren ignorar las voces de millones de personas en todo el mundo que piden un alto el fuego y el fin del asedio de 16 años a Gaza, entonces les haremos imposible que nos ignoren. Continuaremos luchando hasta que todo el apoyo material al sionismo se vuelva insostenible y termine», dijo Yara Shoufani, miembro del Movimiento Juvenil Palestino.
Durante décadas, los palestinos y sus partidarios han denunciado que los principales medios de comunicación occidentales están sesgados a favor de Israel. El ataque sorpresa de Hamás y la respuesta militar israelí a Gaza han reavivado este debate. Uno de los slogans más repetidos en Nueva York durante las protestas desde el 7 de octubre ha sido precisamente contra la prensa: «Cuando los medios mienten, muere gente en Gaza «, corean.
La ocupación de la sede del New York Times supone una presión que demanda información no condicionada por los lobbies pro israelíes. Lo curioso es que eligieron un periódico de tendencia liberal como foco de las acusaciones. Un grupo de manifestantes entró en el edificio portando pancartas que pedían un alto el fuego. También escribieron «mentiras» con pintura sobre la puerta, leyeron en voz alta los nombres de los palestinos asesinados en Gaza y distribuyeron ediciones simuladas del periódico acusandolo de «complicidad en el lavado del genocidio».
LPO conversó con Lee Ann, una de las organizadoras de la marcha que empezó en las escalinatas de la Biblioteca Pública de Nueva York y que recorrió las calles de Manhattan hasta la sede del NYT. El domingo pasado, Ann también estuvo entre las activistas que convocaron en Washington a la marcha más grande de la historia de Estados Unidos en defensa de Palestina.
«Los que nos juntamos en las calles de Washington mandamos un mensaje claro, que la gente de Occidente se puede unir bajo el liderazgo revolucionario palestino con un programa político revolucionario. No vamos a parar con campañas de presión a los medios y nuestra fuerza laboral contra el sionismo», dijo a LPO la joven sindicalista. Además, afirmó que se demuestra que la Casa Blanca no tiene ni idea ni conexión con su propia gente. «Veo una generación que tiene una opinión muy diferente. Los estudiantes lo tienen claro. Sabemos lo que es correcto y no tenemos miedo a expresarlo. Biden cree que puede seguir dando fondos de la nación más rica del mundo para financiar el genocidio. Está equivocado. Estamos en las calles cada vez en mayores números», advirtió.
Entre los manifestantes también había empleados de la industria de los medios que se referían a sí mismos como «Bloque de Escritores» y que criticaban la línea editorial de sus empresas. Mientras tanto, Israel exige respuestas a relevantes medios norteamericanos como la CNN, Associated Press, Reuters y The New York Times sobre las afirmaciones de que fotógrafos independientes «incorporaron» a miembros de Hamás para cubrir el ataque del 7 de octubre: «Estos periodistas fueron cómplices de crímenes contra la humanidad», afirman portavoces del gobierno de Netanyahu.
Los medios en cuestión niegan haber tenido conocimiento previo del ataque de Hamás e insisten en que han cortado vínculos con los cuatro fotógrafos independientes de Gaza, cuyos trabajos fueron publicados en los medios citados por el gobierno de Tel Aviv.
El sesgo de las empresas de comunicación es un problema persistente en torno al conflico palestino-israelí. Ya sea sobre el terreno o desde la distancia, informar sobre este tema complejo y delicado ha representado un desafío debido a los factores históricos, políticos y religiosos involucrados, profundamente arraigados.
Como resultado, la cobertura suele ser selectiva, y la principal crítica de los manifestantes pro palestinos en Nueva York es que en Estados Unidos la mayoría de los medios reciben financiamiento pro israelí. Las redes sociales y la circulación incesante de información que va a contramano de la cobertura de los medios sugieren que hoy más gente simpatiza con la causa palestina.
La protesta pro-palestina en el edificio del Times se produjo inmediatamente después de que el periódico publicara citas de funcionarios de Hamás que esperan que la guerra con Israel «se vuelva permanente en todas las fronteras» y que piensan que la masacre del 7 de octubre logró poner la cuestión palestina de nuevo sobre la mesa. «Ahora nadie en la región está tranquilo», decían.
«El New York Times ha cubierto extensamente la guerra entre Israel y Hamas con equidad, imparcialidad y una comprensión constante de las complejidades del conflicto. Apoyamos plenamente el derecho de este grupo a expresar su punto de vista, incluso cuando no estamos de acuerdo con su caracterización de nuestra cobertura», dijo la portavoz del NYT Danielle Rhoades.
Las críticas son también una muestra de las profundas divisiones entre los demócratas sobre la respuesta de Estados Unidos a la guerra. Una de las voces más populares para la generación que está saliendo a las calles es la de la representante progresista Alexandria Ocasio-Cortez, quien advirtió que la posición de la Casa Blanca sobre Israel podría afectar la imagen de Biden entre las nuevas generaciones, un bloque clave que ayudó a impulsarlo a la presidencia en 2020.
«Los jóvenes han estado prestando atención a este tema. Y antes de que la gente diga que esto se debe a las plataformas de redes sociales, este es un tema sobre el que he estado advirtiendo al partido durante mucho tiempo: que los jóvenes están cada vez más preocupados por el estado de los derechos humanos de los palestinos. Desde hace años, y ha ido creciendo y creciendo», dijo AOC.
Las advertencias de la congresista latina son importantes de cara a las elecciones porque se trata de un tema de absoluta actualidad que puede crear cismas entre los demócratas y no afecta de la misma manera a los republicanos, alineados en forma mayoritaria con Israel. En cuanto a los medios sucede lo mismo. Conscientes de que los medios conservadores informan de forma favorable a Israel y denuncian por ejemplo el antisemitismo creciente en Estados Unidos, las críticas de activistas de izquierda se dirigen a los medios liberales, en teoría los más afines a su pensamiento.
Esa congresista latina es una falsa izquierdista a sueldo del imperialismo yanky.
Lamentablemente uds crean falsas ilusiones.