Imperialismo en América Latina

Rubio realiza gira por México y Ecuador para reforzar la guerra contra las drogas trumpista

La gira de Rubio en México y Ecuador tuvo por objetivo alinear a sus respectivos gobiernos en la guerra contra las drogas en su versión trumpista, además de reafirmar su papel de serviles colaboradores en la política migratoria xenófoba de la Casa Blanca.

Mientras las tensiones en el mar Caribe continúan en ascenso tras el despliegue militar ordenado por el gobierno estadounidense, el Secretario de Estado Marcos Rubio volvió a visitar la región. En esta ocasión, su gira se concentró en México y Ecuador, con una agenda muy marcada en un tema: la guerra contra las drogas y la migración.

Los días previos a su llegada, estuvieron marcados por el acto de terrorismo de Estado que perpetró Trump, luego de que el ejército estadounidense bombardeara en aguas internacionales una lancha procedente de Venezuela y asesinara a sus once tripulantes, porque supuestamente transportaban un cargamento de drogas hacia los Estados Unidos. La Casa Blanca no aportaró ninguna prueba para corroborar dicha acusación, lo cual tampoco hubiera justificado este accionar sangriento, pues lo normal es detener la embarcación y procesar a sus tripulantes.

Sumando a esto, recientemente los Estados Unidos ordenaron el despliegue de 10 cazas F-35 a Puerto Rico, advirtiendo que “los aviones venezolanos que representen un peligro en el caribe podrán ser derribados”.

Volviendo a los casos de México y Ecuador, es preciso recordar que ambos países presentan serios problemas vinculados al crimen organizado y la violencia procedente del mismo, tal como retratamos en notas anteriores (véase: Elecciones en Ecuador: en medio de acusaciones de fraude, gana la derecha autoritaria de Noboa y México: la barbarie capitalista e imperialista expresada en fosas comunes).

En este marco, se comprende la importancia que asumió la “guerra contra las drogas”, pues es uno de los medios que emplea Trump para afirmar su dominio imperialista en la región haciendo uso de sus atributos de “hard power”, es decir, imponiendo su fuerza militar.

México: Entre el acuerdo de “seguridad” y más controles migratorios 

Previo a la visita de Rubio a México, las relaciones entre ambas partes ya se encontraban en tensión. En junio pasado, el gobierno de Trump anunció que quería incrementar los aranceles a México, como una forma de ejercer presión hacia la presidente mexicana, Claudia Sheinbaum, para que se ajustara a las exigencias de Washington, en particular aceptando el aumento de los controles migratorios y encarcelando a más narcotraficantes.

En medio de esa discusión, los gobiernos se acercaron para concretar un acuerdo de seguridad centrado en compartir información e inteligencia. Trump quería que dicho pacto contemplase el despliegue de tropas estadounidenses en territorio mexicano (cuestión que no estaría dentro del acuerdo).

En la visita del pasado 2 de setiembre, los principales temas tratados se relacionaron con desmantelar los cárteles y frenar la migración “respetando” la soberanía. Como resultado de la visita, ambos países firmaron un acuerdo de cooperación en temas de seguridad, para el cual se estableció un “grupo de implementación de alto nivel”. Según CNN, las medidas incluyen “acciones para contrarrestar a los cárteles, fortalecer la seguridad fronteriza, eliminar los túneles fronterizos clandestinos, abordar los flujos financieros ilícitos, mejorar la colaboración para prevenir el robo de combustible, incrementar las inspecciones, investigaciones y procesos judiciales para detener el flujo de drogas y armas”.

Respecto al tema migratorio, el canciller mexicano, De La Fuente, en conferencia de prensa aseguró que en México hay un “hundimiento de más del 90% de los arrestos de migrantes en la frontera, los decomisos históricos de fentanilo o la caída del 32% de los delitos de alto impacto”. Es de recortar que el gobierno mexicano desplegó a la Guardia Nacional en la frontera con Estados Unidos para colaborar con las políticas migratorias de Trump e impedir el paso de migrantes.

A pesar de eso, la administración de Trump insiste en presionar a Sheinbaum para que endurezca las medidas contra el narcotráfico. De acuerdo al The New York Times, “Trump ha firmado una directiva que ordena al Pentágono emprender acciones militares contra determinados cárteles de la droga latinoamericanos que el gobierno haya calificado de organizaciones terroristas”. En esa categoría se encuentran algunos de los cárteles mexicanos (como el de Sinaloa).

Por último, durante su gira a México, el Secretario de Estado “justificó” el hundimiento de la lancha “narcoterrorista” en el Caribe, alegando que su gobierno interceptar lanchas con droga ya no era suficiente y, por tal motivo, la orden de Trump es destruir estas embarcaciones.

Ecuador: la posibilidad de un futuro despliegue militar

En su paso por Ecuador, Rubio declaró a las bandas criminales de “Los Lobos” y los “Choneros” como organizaciones terroristas, ambos grupos dedicados a diversas actividades delictivas y con fuertes vínculos con la actividad minera. Además, se anunció la ayuda de parte del gobierno norteamericano por las cifra de $13 millones para fondos de seguridad en general y unos $6 millones para la compra de drones que serán entregados a la Armada Ecuatoriana.

Al desembolso financiero se le suman otros acuerdos, como la posibilidad de que Estados Unidos realice un futuro despliegue militar en territorio ecuatoriano, eso sí, con “invitación” del gobierno. Además, también se hará un intercambio de inteligencia para derribar enemigos y se dejó abierta la posibilidad de un futuro acuerdo económico y se dejó abierta la posibilidad de volver a abrir una base militar estadounidense en Ecuador.

El Secretario de Estado también se tomó el tiempo de referirse a la situación en el Caribe. Gran parte de su discurso lo utilizó para justificar la guerra contra las drogas y señalar a Maduro como el líder de una organización criminal y terrorista. Frente a lo anterior, según Rubio, con Ecuador sí se puede establecer cooperación para enfrentar el narcotráfico, incluso llegando a la posibilidad de asentar bases militares en el país.

No se debe dejar de mencionar que la familia Noboa (actual presidente de Ecuador) tiene vínculos con el narcotráfico y la exportación de cocaína. Solo en Turquía, durante abril del año pasado, se detectó un cargamento procedente de la familia Noboa, el cual salió del puerto de Guayaquil (Ecuador) con 600 kilos de cocaína.

Respecto a la migración, en el caso de Ecuador se centró en las personas deportadas que llevaban al país sudamericano y quienes no podían volver a su país de origen. Además, parte de la agenda fue establecer esfuerzos para disminuir la “dependencia” con China que generó el gobierno de Correa.

En la conferencia de prensa, Rubio aseguró que ambos países tienen mucha “compatibilidad” económica, por lo cual está sobre la mesa la posibilidad de reforzar esta relación.

En conclusión, la gira de Rubio en México y Ecuador tuvo por objetivo alinear a sus respectivos gobiernos en la guerra contra las drogas en su versión trumpista, además de reafirmar su papel de serviles colaboradores en la política migratoria xenófoba de la Casa Blanca.

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