La inflación argentina de septiembre del 2025 fue del 2,1%. Es una notable aceleración respecto a meses anteriores: junio (1,6%), julio (1,9%), agosto (1,9%).
La «aniquilación» mileísta de la inflación es una inflación mensual bastante más alta que la anual de la mayoría de los países de la región. En lo que va del año, ya fue del 22%; y de un 31,8% interanual.
El rubro con el aumento más alto fue Vivienda, agua, electricidad y otros combustibles (3,1%) por subas en Alquiler de la vivienda, seguida de Educación (3,1%). Pero el índice con mayor incidencia (el que más peso tuvo en el número de inflación total) fue Alimento y bebidas no alcohólicas. La excepción fue la región de la Patagonia, donde el aumento con más incidencia fue Transporte.
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Los precios al consumidor (#IPC) aumentaron 2,1% en septiembre de 2025 respecto de agosto y acumularon un alza de 22% en los últimos nueve meses https://t.co/z8pxJaAazE pic.twitter.com/y0Z0iK1oVJ— INDEC Argentina (@INDECArgentina) October 14, 2025
La Canasta Básica Total y la Canasta Básica Alimentaria
Estos dos índices sirven para medir aproximadamente la pobreza. Ambas registraron en septiembre un aumento del 1,4%. La CBA (que se usa para medir la indigencia) aumentó un 17,5% en lo que va del año y 23,1% en los últimos 12 meses. La CBT (que se usa para medir la pobreza) subió un 14,9% en 2025 hasta ahora y 22% en los últimos 12 meses.
Así, según los números oficiales, un hogar de cuatro personas necesitó $ 1.176.852,05 para no caer debajo de la línea de pobreza y $ 527.736,34 para no ser indigente.
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Un hogar de cuatro integrantes necesitó $1.176.852,05 para superar el umbral de pobreza en septiembre de 2025: 1,4% más que el mes previo https://t.co/WiB60p6ET9 pic.twitter.com/x4B38UKtu9— INDEC Argentina (@INDECArgentina) October 14, 2025
Estos números, sin embargo, están completamente fuera de la realidad. Pese a la insistencia oficialista, el haber «sacado a 12 millones de personas de la pobreza» no estaría siendo un factor en la situación política. Será porque no es algo que nadie sienta.
Hay tres dimensiones de crítica del índice de pobreza e indigencia. La primera, que hay elementos que nunca estuvieron bien: jamás tuvo en cuenta, entre otras cosas, los alquileres. Segundo, que está atrasado por cambios en los patrones de consumo: casi no tiene en cuenta, por ejemplo, el costo de internet. Tercero, que hubo cambios grandes en el último año y medio: no cuenta, por ejemplo, a Milei disparando los precios de los servicios.
La inflación, obviamente, no se terminó
Hace tiempo que lo veníamos advirtiendo: los aumentos de precios no están realmente controlados. La inflación de septiembre del 2025 solamente lo confirma. El «plan» económico de Milei, basado en el ridículo diagnóstico de que la inflación se debe al déficit fiscal y nada más, comenzó a mostrar sus quiebres hace meses. La confesión del fracaso tiene fecha: el día del acuerdo con el FMI.
El rescate de Trump es el último recurso de la gestión económica de Miei y Caputo. Todo el mundo lo percibe, todo el mundo lo ve: el fracaso es evidente. Tener que haber recurrido no a uno, sino a dos rescates lo pone en evidencia. Hay dos maneras de «no verla»: fingiendo o padeciendo demencia.




