
Con estas líneas queremos rendir homenaje a una compañera militante política, social y activista reconocida en la zona.
Azucena “Rosita” para muchos compañeros/as que la conocieron desde siempre, militó a inicios de los 90´ en las filas del viejo MAS junto a Alcides Christiansen siendo trabajadora del hospital Castro Rendón.
En 2011, en calidad de colaboradora para el Nuevo MAS en Neuquén, aceptó ser parte de la lista a concejales. Aquí recordamos anécdotas como cuando “promovía la lista y su candidatura” en su lugar de trabajo a sus compañeros/as, tarea que tomó con mucho entusiasmo y alegría, como tantas otras cosas de su vida.
Se destacó en su militancia social y como trabajadora de RTN, realizando múltiples documentales y trabajos audiovisuales referidos a la defensa de la salud pública, la adultez mayor, e impulsó talleres de radio y prensa en comunidades mapuches de la provincia para visibilizar su realidad.
A su vez, en su rol de periodista y comunicadora social, contribuyó a la difusión de diversas luchas de trabajadores/as, de derechos humanos, y del movimiento de mujeres por el Ni Una Menos y el derecho al aborto.
También fue muy destacada su actividad como integrante del Foro por los derechos de les niñes, convirtiéndose en referente por la defensa de la ley 2302 que protege a niñes, jóvenes y adolescentes.
En este homenaje queremos aprovechar para enviarles un fuerte abrazo a todos sus seres queridos, en especial a sus hijos Juan Cruz (militante y dirigente de nuestra organización) y Úrsula; como también a todos sus amigos/as y allegados.
Así recordaremos a Azu, como el día que la despedimos junto a sus seres más cercanos, siempre solidaria y sensible con los derechos de los más vulnerados, siempre del lado de los explotados y oprimidos.
Además de su cariño y alegría, nos quedan los mejores recuerdos de una gran compañera, como es el reconocimiento a su trayectoria por parte de quienes la conocimos: el de haber estado en cada lucha contra toda injusticia de este sistema capitalista que sólo produce miseria y explotación.
Querida “Azu” ¡hasta la victoria siempre!