
Una ola de tomas de colegios secundarios comenzó en la Ciudad de Buenos Aires cuando los estudiantes del Mariano Acosta decidieron ocupar la institución ubicada en Balvanera, el viernes pasado. Se fueron sumando la ENS Lenguas Vivas, la ESEA en Cerámica N°1, el Colegio N°3 Mariano Moreno y la EMEM N°1 Federico García Lorca.
La respuesta de Acuña y Larreta fue puramente represiva. La policía de la Ciudad fue enviada para intimidar menores en los colegios, quieren imponer multas y causas penales a los padres que apoyan la lucha de sus hijos.
La referente del Nuevo MAS se pronunció diciendo: «Déjense de joder con los padres con conciencia que apoyan que sus hijos no sean esclavos de las multinacionales. ¡Viva la lucha de les estudiantes en defensa de la educación!»
Repudiamos las prácticas de intimidación de Larreta y Acuña propias de la dictadura militar. Déjense de joder con los padres con conciencia que apoyan que sus hijos no sean esclavos de las multinacionales. ¡Viva la lucha de les estudiantes en defensa de la educación! https://t.co/hjArO2YF7z
— Manuela Castañeira (@ManuelaC22) September 28, 2022
Los estudiantes reclaman el cese del programa de «actividades de aproximación al mundo laboral» (ACAP) anunciado por el gobierno porteño recientemente. Estas «actividades» son en realidad pasantías en las cuales los estudiantes trabajan gratis para distintas empresas, sin ningún tipo de acompañamiento de autoridades escolares y quitando horas de estudio en la escuela. En otras palabras, Horacio Rodríguez Larreta y su ministra de Educación Soledad Acuña proponen a los estudiantes secundarios como fuerza de trabajo gratuita para empresarios explotadores.
También reclaman mejoras presupuestarias. Pésimas condiciones edilicias que hacen peligrar la integridad física de estudiantes y docentes, viandas en mal estado y faltante de alimentos en distintos establecimientos. Escuelas de jornada completa en las que no existe horario de almuerzo. Estas son las situaciones de precariedad que denuncian miles de estudiantes pero que el gobierno de la ciudad más rica del país niega.