
A partir de las nuevas medidas anunciadas ayer por el Presidente Alberto Fernández se abrió un fuerte debate político. Sobre todo alrededor de la decisión de suspender las clases presenciales hasta el 30 de abril. Apenas minutos después de los anuncios, dirigentes de la oposición de derecha salieron al cruce del gobierno por el tema educativo.
En ese marco, el Jefe de Gobierno porteño Horacio Rodríguez Larreta realizó este mediodía una conferencia de prensa donde afirmó que «Tengo la responsabilidad de defender las clases de los chicos, estamos en desacuerdo con la decisión de suspender las clases» y aseguró que las decisiones de anoche se dieron de manera «inconsulta».
Dificultados en poder avanzar con su programa de que hay que «abrir todo y no hacer nada» por la grave escalada de contagios y situación sanitaria, la derecha encontró en el debate sobre las clases presenciales un punto de apoyo para criticar al gobierno con su agenda negacionista, embanderándose de manera hipócrita en «defensores de la educación».
Larreta también puntualizó que «tenemos una responsabilidad, sabemos el daño que producen las escuelas cerradas». Es una muestra de cinismo e hipocresía inmensa, ya que es precisamente en la Ciudad donde hace años el gobierno no resuelve el problema de la falta de vacantes que dejan afuera de la educación pública a cientos de niños y jóvenes, forzándolos a la educación privada para quienes la pueden pagar.
Al respecto, el Jefe de Gobierno aseguró que la Ciudad presentará un amparo ante la Corte Suprema de Justicia contra las medidas anunciadas ayer por el gobierno, buscando que las clases presenciales continúen en CABA a pesar de la grave situación epidemiológica.
Pero lo fundamental es que ni el Gobierno nacional ni el porteño anunciaron ninguna medida real para mejorar las condiciones educativas, ni un aumento presupuestario de emergencia para mejorar la infraestructura de las escuelas, ni tampoco una mejora salarial para los docentes.
En este marco, el debate entre «presencialidad vs. virtualidad» se vuelve abstracto si no se toman medidas de fondo para garantizar el derecho a la educación de forma segura durante la Pandemia.
Pelea entre los de arriba
En la misma conferencia, Larreta informó que su reclamo ante la justicia también se tratará sobre la competencia de las fuerzas federales en territorio de la Ciudad de Buenos Aires. Según el Jefe de Gobierno, la Nación no tiene el derecho constitucional de desplegar las fuerzas federales sobre su territorio.
Esto en el marco de que Alberto Fernández anunció que desplegaría a Gendarmería, Prefectura y PSA en todo el territorio del AMBA para hacer cumplir las nuevas restricciones.
De hecho, en una entrevista radial esta mañana, Fernández se quejó de que los gobernadores no estaban haciendo cumplir las medidas decretadas la semana pasada, haciendo referencia, sin nombrarlo, al Jefe de Gobierno Porteño.
Lo cierto es que, ni las medidas anunciadas por Fernández, ni la «rebelión» de Larreta contra las mismas configuran una salida frente a la escalada de casos y el impacto de la segunda ola. Se trata de una disputa entre los de arriba con una fuerte dosis de especulación política.
Mientras se pelea por quien maneja las fuerzas represivas contra los trabajadores, ni uno ni otro piensan en tomar medidas de fondo que son las necesarias para enfrentar la Pandemia. Hay que aumentar el presupuesto de Salud, duplicar las frecuencias de transporte, terminar con el ajuste que pide el FMI, exigir la liberación de las patentes de las vacunas y estatizar bajo control de sus trabajadores a los laboratorios que producen las mismas.






