En una sesión de la Junta de Carrera convocada fuera del período de cursada, la dirección de Sociología aprobó una resolución sacada de la galera para avanzar con la reforma del plan de estudios, con el que intentaron fijar una fecha de votación de la reforma luego de las dos primeras semanas de clase en marzo del 2026. Un escándalo que busca cerrar el debate y pasar por encima de les estudiantes y docentes
El texto, que resultó aprobado con los votos de consejeros estudiantiles de la 15 y la UES, crea una comisión “ad hoc” para tratar la reforma a espaldas de los estudiantes, por fuera del espacio de la Junta, y aprueba un plan con plazos para avanzar con la reforma.
Desde el ¡Ya Basta! sostuvimos desde el principio una postura clara de rechazo frente a esta reforma, que busca reordenar y normalizar una de las carreras más politizadas y críticas del capitalismo, cediendo a las presiones de la derecha sobre la universidad y las ciencias sociales. Fuimos parte e impulsamos las reuniones de la Comisión de estudiantes de sociología, realizando pasadas por curso en conjunto con docentes para explicar el contenido de la reforma. Participamos en las comisiones que se dieron semana tras semana y con decenas de estudiantes, que ven la reforma como algo injustificado y que ataca una de los puntos más valorados de nuestra formación que es el tramo optativo, en el que podemos elegir entre una amplísima variedad de optativas lo que le da a la carrera un carácter plural, generalista y abierto a los debates del mundo.
Junto a muches estudiantes, fuimos voceros del rechazo a esta reforma en las reuniones con las autoridades, defendiendo el contenido crítico y anticapitalista de nuestra carrera. La gestión de la carrera dijo abrir instancias de debate sobre el nuevo plan, pero ante las constantes críticas a su proyecto de reforma, fuimos testigos y foco de ataques de la gestión que se ensañó contra quienes defendimos en toda instancia la voz de les estudiantes y buscamos defender las optativas. Realizaron maniobras tratando de dividir la discusión claustro por claustro, pero ante la imposibilidad de silenciar las voces contra la reforma, el director de la carrera llegó a admitir que aprobarían la reforma con o sin consenso, y eso es lo que se predisponen a hacer con la resolución que hicieron votar en la última sesión de la Junta.
Al final, las autoridades esperaron a tener la facultad vacía para hacer esta reunión convocada cuando ya terminaron las clases, para sacar de la galera una resolución que busca poner plazos y crear una Comisión que avance con la reforma por fuera del espacio de la Junta. La idea de una comisión que acelere los tiempos y limite la discusión sobre la reforma es un planteo que viene directamente de los representantes del rectorado de la UBA a través de la UES, y que en forma escandalosa fue tomada no solo por las autoridades de la carrera, sino por los consejeros estudiantiles de la Lista 15. Ignorando todos los reclamos de los sectores independientes presentes, la gestión de la carrera con sus aliados cerraron filas para terminar la discusión. Desde el ¡Ya Basta! y sectores independientes rechazamos esta resolución antidemocrática y decidimos retirarnos de la sala.
Organizarse para rechazar la reforma de la gestión
Lo primero que hay que saber es que la reforma significa un cambio de carácter de nuestra carrera, de su perspectiva crítica y anticapitalista, que se expresa entre otras cosas en un ajuste de contenidos y materias optativas, adaptándose al ataque de Milei a las ciencias sociales y la universidad pública. Viendo la profundidad del cambio que buscan imponer, se vuelve necesario rechazar el conjunto de la reforma y defender una carrera crítica, abierta y plural.
En este punto, queremos dar cuenta de las discusiones y el problema de la intervención del FIT-U (PTS -PO) en el debate sobre la reforma. A través del consejero por el claustro de graduados, el PTS solicitó a la gestión que avance en el diseño de la reforma, aclarando el lugar que cada docente ocuparía en el nuevo plan de estudios.
Con esta formulación, aceptan la reforma de hecho para intentar negociar con la gestión sobre los puestos de trabajo docentes. Esta posición tiene al menos dos problemas que queremos dejar sentados para abrir un debate con les estudiantes que queremos frenar esta reforma.
Primeramente, tomar un reclamo justo como es la defensa de los puestos docentes, pero aceptar la rebaja de la carrera en sus contenidos y perspectivas transformadoras, es una posición corporativa que excluye los reclamos de otros sectores como el estudiantil. El objetivo tiene que ser defender la carrera de conjunto, no solo los puestos docentes. Dejar que las autoridades destruyan la carrera es ignorar el reclamo de les estudiantes y permitir a la gestión robarnos el futuro de nuestra formación.
Además de corporativa, está táctica es susceptible a maniobras de la gestión, ya que implica negociar en el terreno de la dirección de la carrera, sobre la base de dejar pasar la reforma, lo que no garantiza ni de casualidad la continuidad laboral de nuestros docentes, especialmente quienes se desarrollan en las 100 materias optativas que dejarían de existir como tales. Es ingenuo pensar que al mismo tiempo que elimina cientos de cátedras, la gestión va a garantizar todos esos puestos de trabajo.
El corporativismo es el camino de la derrota. En primer lugar, les estudiantes somos el claustro mayoritario en la universidad e históricamente el movimiento estudiantil ha sido protagonista de las luchas en defensa de la educación pública y en solidaridad con les trabajadores en experiencias como el Cordobazo y el Mayo Francés. En la lucha por defender la Universidad pública frente a Milei, les estudiantes que somos trabajadores y defendemos nuestro derecho a un futuro, fuimos protagonistas del estudiantazo en 2024, en el que tomamos más de 100 facultades e impulsamos las marchas educativas que hicieron tambalear al gobierno de Milei, arrastrando al conjunto de la sociedad para defender la Universidad de les trabajadores.
En este marco, pretender dejar de lado al sector estudiantil cuando se pone en juego la perspectiva de nuestra carrera es no solo corporativista, sino un camino a la derrota. Por poner un ejemplo, en la Facultad de Filosofía y Letras fueron les estudiantes quienes, frente al intento de cierre de una de las tres cátedras de Gramática de la carrera de Letras, tomaron pacíficamente el Departamento de Letras y lograron que la Junta diera marcha atrás en la rectificación del cierre de la cátedra Borzi.
Pero, además, la reforma del plan de estudios de Sociología contiene la eliminación (bajo el eufemismo de “reordenamiento”) de la mayoría de las 100 optativas, como dice la propia gestión. Para conservar su puesto de trabajo en el marco de la reforma como defiende el PTS, los equipos docentes tendrían que intentar “acomodarse” en otras materias. Esto los obliga a dejar de lado programas, contenidos y perspectivas teóricas y críticas para adaptarse a las nuevas cátedras donde sean designados.
Que el FIT-PTS tenga confianza en que la gestión lleve adelante este reordenamiento y no se dejen docentes afuera parece como mínimo ingenuo, y es en realidad una posición de adaptación a la dirección sobre la base de limitar todo su accionar al juego institucional en la Junta de Carrera, sin apelar a la movilización. Esta política no sirve para defender los puestos docentes y abandona la pelea por defender una sociología crítica del capitalismo, cediendo a la voluntad de la gestión que quiere una carrera populista, para formar funcionarios que administren la pobreza en el Estado.
Construyamos un movimiento estudiantil para defender una sociología anticapitalista
Les estudiantes de sociología que amamos nuestra carrera por su perspectiva crítica y porque queremos transformar el mundo, necesitamos organizarnos para defenderla. La destrucción de las optativas es un ataque a nuestra formación y a una sociología crítica del capitalismo.
Desde el ¡Ya Basta! defendemos una idea profunda que expresa el plan actual, en el que cada estudiante puede construir su trayectoria sin que se nos imponga una visión cerrada de la sociología, donde podemos construir una carrera desde nuestros propios intereses como estudiantes y trabajadores críticos, más allá de lo que le conviene al mercado o el Estado capitalista.
Los ataques de Milei contra la Universidad Pública y, contra las ciencias sociales en particular, son parte de un programa oscurantista de la extrema derecha ultracapitalista que defiende todas las injusticias de este sistema. Quieren una educación que no critique la explotación laboral, la violencia de género ni el extractivismo y el cambio climático. No se trata solo de un ajuste económico, es un ataque político al conocimiento y su potencialidad transformadora.
Las gestiones peronistas que gobiernan la UBA no están dispuestas a enfrentar a Milei hasta el final, y por eso ceden con medidas de autoajuste. Los consejeros de la 15 y la UES en la Junta son aliados de las autoridades y ya votaron a favor de su plan de reforma. Si queremos defender la carrera de Sociología, les estudiantes tenemos que construir un movimiento independiente que pueda plantarse frente a las autoridades en conjunto con les docentes, para frenar el intento autoritario de aprobar esta reforma a espaldas de todo el mundo. ¡Sumate al Ya Basta para dar esta pelea en defensa de una sociología anticapitalista!




