
Esta tarde el INDEC informó que en el mes de julio el índice de precios al consumidor (IPC) mostró un aumento del 3%.
A pesar de que la tendencia viene siendo a la desaceleración (desde el pico de 4,8% en mayo que no para de bajar), la inflación se mantuvo siempre en niveles altos, con un piso del 3%. Lo que sucede es que dicha desaceleración viene siendo muy leve, de unas pocas décimas por mes. El mes pasado la inflación fue prácticamente la misma: 3,2%.
El gobierno esperaba, de cara a las próximas elecciones, dar la «buena noticia» de que la inflación se acercaba más al 2%. Pero los marcados aumentos sobre todo en el rubro más importante, el de alimentos y bebidas (3,4%), tiraron el índice hacia arriba.
La publicación del dato correspondiente a julio viene a confirmar lo que ya era un hecho: la expectativa de inflación prevista por el presupuesto 2021 para todo el año fue alcanzada cinco meses antes de lo esperado. Con este último dato, la inflación acumulada en lo que va del año alcanzó el 29,1%, es decir, una décima por encima de lo estipulado por Martín Guzmán.
#DatoINDEC
Los precios al consumidor (#IPC) subieron 3% en julio de 2021 respecto de junio y 51,8% interanual https://t.co/SkI94B28bA pic.twitter.com/kQZAHEElbD— INDEC Argentina (@INDECArgentina) August 12, 2021
Además, la inflación interanual volvió a ubicarse por encima de los 50 puntos porcentuales por segundo mes consecutivo. Mientras el mes pasado alcanzó un 50,2%, este mes llegó al 51,8%. Se trata del nivel interanual más alto desde enero de 2020.
Con estos números, el aumento del IPC para todo el año seguramente alcance no menos de 47 o 48 puntos, incluso podría superar los 50 si la inflación repunta. Más allá de la incertidumbre general sobre el panorama económico, dos cosas están claras. Una es que el gobierno no tiene controlada a la inflación, por lo que no puede descartarse que ese repunte suceda o al menos que la desaceleración se estanque. Otra es que, sea cual sea el número final del año, el salario real habrá perdido por varios puntos contra la inflación, en un contexto de aumento de la pobreza y creciente precarización laboral.






