Kansas: triunfa en referéndum la ratificación del derecho al aborto

Los Republicanos del Estado aprovecharon la derogación de Roe vs. Wade para intentar quitar a las mujeres el derecho al aborto. Fueron derrotados categóricamente: con un 58% de los votos, triunfó el derecho a decidir.

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Este martes, las y los habitantes de Kansas votaron para decidir si se retira o no la garantía del derecho al aborto que rige en la Constitución de este estado desde 2019. La polémica fue impulsada por el partido Republicano a pocas semanas de la reaccionaria anulación del fallo vigente desde 1973 Roe vs Wade por parte de la Corte Suprema estadounidense.

El triunfo del derecho a decidir fue categórico: triunfó el NO a la reforma de la enmienda con el 58,8% de los votos contra el SÍ. 

Así, Kansas conserva la garantía del acceso a la interrupción voluntaria del embarazo hasta la semana 22, debiendo ser autorizada por un mayor en el caso de solicitarse por menores de edad.

El triunfo del derecho al aborto en referéndum es más significativo aún porque Kansas es precisamente uno de los Estados en los que se esperaba un retroceso histórico: se trata de uno representativo de los más conservadores del interior del país. Un dato es revelador: En los últimos 80 años, sólo una vez Kansas votó mayoritariamente por un presidente Demócrata.

Los republicanos lanzaron un sinfín de maniobras para intentar infructuosamente triunfar. Usaron «tácticas de supresión de votantes”, así como pautas estrictas de inscripción y el empleo de un lenguaje “increíblemente confuso”, según afirmó la periodista especialista en salud reproductiva Amy Littlefield.

Con todo, la participación en el referéndum registró niveles históricos, incluso superando elecciones primarias a gobernador. Más de 900.000 ciudadanos/as de Kansas se movilizaron este martes para decidir por la continuidad del derecho al aborto. Esto significa un crecimiento de más de 180.000 personas con respecto a las últimas primarias demócratas y republicanas combinadas.

Si bien las autoridades estatales habían pronosticado una participación del 36%, finalmente el referéndum alcanzó casi al 60%, cifras prácticamente de elección presidencial.

Organización y lucha ante la avanzada antiderechos

El referéndum en Kansas fue la primera parada importante en la pelea que se abre en todos los Estados Unidos por el derecho al aborto, una discusión que marcará fuertemente las elecciones de medio término de este año.

Que el primer Estado en ratificarlo haya sido uno de larga tradición conservadora despertó enormes expectativas y alegría en el movimiento feminista estadounidense, que ahora enfrenta el gran desafío de conquistar el derecho a decidir.

Los sectores reaccionarios y antiderechos se convocaron en torno a la campaña por el «Si». De este modo, buscaron legitimar a los legisladores locales -de mayoría republicana- para continuar con su ofensiva reaccionaria.

El precedente que deja Kansas es de inmensa importancia en la batalla abierta por la defensa de los derechos de las mujeres y el colectivo LGTTBI. Los derechos conquistados no pueden abandonarse. Una vez que cristalizan en leyes, hay que defenderlas ante cada ataque. Un nuevo embate de las fuerzas reaccionarias puede cuestionar lo que hasta ayer era terreno conquistado.

En las últimas semanas circuló por las redes una sugerente frase de Simone de Beauvoir al respecto: «No olviden jamás que bastará una crisis política, económica o religiosa para que los derechos de las mujeres vuelvan a ser cuestionados. Estos derechos nunca se dan por adquiridos. Deberán permanecer atentas toda su vida».

Rosa Luxemburgo diría, como desarrolla en su hermosa obra Reforma o revolución, que junto a las conquistas cristalizadas en leyes y resoluciones institucionales el mayor baluarte de los movimientos reivindicativos y de lucha es su avance en conciencia y organización. Es el proceso de movilización callejera y la organización independiente del movimiento feminista del país – y el mundo – en definitiva la garantía última de poder mantener el terreno conquistado.

Por eso, las promesas en clave electoral de Biden y los Demócratas no alcanzan para garantizar el derecho a decidir. La organización y la lucha en las calles del movimiento feminista será la clave para derrotar esta avanzada reaccionaria.

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