Se estima el recorte de entre el 15% y el 20% de las y los trabajadores bajo régimen de contrato cuyos vencimientos se cumplirán el próximo 31 de marzo. Nos referimos a un total de entre 11 mil y 16 mil despidos.

Ante esta situación y la presión que emerge desde las bases de los trabajadores, la dirección sindical de ATE Capital convocó a una concentración fuera del Ministerio de Economía mientras ATE Nacional hizo otra a pocas cuadras de distancia.

La necesidad de un paro general de las CTAs y de la CGT se hace más urgente que nunca ante un gobierno que, aún con las enormes dificultades que demuestra en el terreno de los ataques políticos, persiste en su ofensiva de ataque económico hacia las y los trabajadores. Más aún con la declaración de guerra permanente como la de Caputto que declaró que “hay que terminar con la estabilidad laboral en el sector público”.

Un ataque prepotente y reaccionario

Se esperan miles de despidos para los próximos días, según el instructivo oficial que trascendió en los medios. En dicho instructivo se especificaban todo tipo de perversidades en relación con los despidos dependiendo del tipo de contratación y se establecía una meta de 20% de reducción de personal.

Como si esto fuera poco, en la nueva Ley de Bases se establece la prohibición de la «militancia partidaria», el descuento de los días de paro, sanciones por llegadas tarde, etc. Lo cual configura un ataque que no es sólo económico, sino que además buscan generar un clima de terror y desmoralización.

Desde el gremio estiman que son más de 70 mil los trabajadores en modalidad de contrato. Lo cierto es que muy poco es lo que se ha dedicado a hacer esta burocracia y, en comparación, es muy grande la magnitud del ataque.