
Luego de firmar el Consenso Fiscal en la Casa Rosada, los gobernadores participaron de un almuerzo con el presidente en el quincho de la residencia de Olivos. Mientras comían el asado regado con un buen vino los mandatarios presentes le plantearon al presidente la necesidad de suspender las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) del próximo año, con el argumento de que la pandemia seguiría siendo un factor de riesgo para la población, inclusive en ese tiempo se estaría vacunando a las personas y también de que se ahorrarían millones de pesos tan necesarios para otros rubros.
La iniciativa materializada mediante un documento cuenta con la firma de la totalidad de los gobernadores peronistas, inclusive avalaron el escrito los partidos provinciales de Neuquén y Río Negro y los radicales Zamora de Santiago del Estero, Gustavo Valdéz de Corrientes y Gerardo Morales de Jujuy. La noticia por supuesto no cayó nada bien en otros sectores de Juntos por el Cambio, en especial en el PRO, que denuncia «una maniobra del gobierno para dividir a la oposición» y por ahora quedaron afuera del pedido Rodolfo Suarez de Mendoza y Horacio Larreta de CABA.
Frente a este planteo Alberto Fernandez escuchó la propuesta y le dijo a los gobernadores que «consigan el consenso con la oposición». Sin embargo, por el apoyo que tiene la iniciativa entre los gobernadores es factible –pero no todavía un hecho, atención- que de presentarse el proyecto de ley obtendría los votos necesarios en ambas cámaras para suspender en esta oportunidad la ley electoral proscriptiva.
La iniciativa de los gobernadores tuvo como antecedente previo alguna declaración del Ministro del Interior Wado de Pedro al inicio de la pandemia de que «habría que evaluar la suspensión de las elecciones sino está normalizada la situación sanitaria». Rápidamente la oposición salió a criticar sus dichos y la cosa se enfrió por varios meses; el tema lo retomó el gobernador Uñac y empezaron las adhesiones de otras provincias.
La posible suspensión de las PASO por única vez no alcanza: nuestra exigencia es que se elimine de una vez una ley electoral que desde su inicio fue un engrendro proscriptivo para diseñar el juego electoral a la medida de los partidos del sistema; una lógica restrictiva que tranquilamente podría tener más capítulos en los próximos años sino se la hace ir para atrás y que solamente por razones de oportunidad –y no de principios, claramente- cuestionan por esta vez los gobernadores.
Este engendro electoral proscriptivo fue aprobado bajo el mandato de Cristina Fernández que impuso condiciones completamente antidemocráticas al imponer un piso del 1,5% para poder estar en la elección general, esto con el objetivo de beneficiar a los partidos tradicionales del régimen para dejar afuera de las elecciones a los partidos como el nuestro, que al estar compuesto por trabajadores, mujeres y jóvenes de los sectores explotados, no contamos con los recursos millonarios que tienen los partidos que representan a los ricos y poderosos.
Desde el primer minuto el Nuevo MAS denunció este engendro antidemocrático con la convicción de que se trataba de una cuestión de principios. A principios del año 2011 realizamos un llamado público en particular a la izquierda para realizar una campaña unitaria contra la ley proscriptiva, No tuvimos respuesta. En lugar de denunciar y enfrentar esta avanzada reaccionaria de las instituciones del Estado contra los partidos que defienden los intereses de la clase obrera y los sectores explotados, escondieron la cabeza bajo la tierra capitulando vergonzozamente al Estado burgués. El PO, el PTS e IS no movieron un dedo en su contra sino se adaptaron a la ley proscritiva. Abrazaron el camino tacticista de juntarse en un frente electoral «para zafar» excluyéndonos deliberadamente del mismo con el pérfido objetivo de dirimir la representación política de la izquierda utilizando los mecanismos proscriptivos del régimen burgués contra nuestra organización, y consumando así una violación flagrante a los principios revolucionarios que deben primar entre las organizaciones que se dicen revolucionarias.
El FIT nació con un sello oportunista de origen. Aun si lo consideramos un frente de independencia de clase, siempre estuvo marcado por el sello del oportunismo: se constituyó como una «cooperativa electoral», es decir, como un acuerdo sin principios para acaparar la representación de la izquierda. Una cooperativa que con el paso del tiempo ha profundizado su deriva oportunista lo que llevó a la crisis del PO, a la negativa cerrada a nuestro ingreso, al escándalo de las impugnaciones en la justicia burguesa y un largo etcétera.
Y ahora con el tema de la suspensión volvió a “saltar la ficha”: hace unos días en la provincia de Salta el gobernador Gustavo Saenz envió un proyecto de ley para suspender las PASO 2021 y fue aprobado con algunos votos en contra. ¿Qué hizo el diputado provincial del FIT? Claudio Del Pla, del PO oficial, se abstuvo con el argumento que «con la ley no hay un cambio estructural de fondo» o sea: ¡están a favor de las PASO!Quedaron junto a la derecha que votó en contra. Esto es un escándalo: nunca hicieron nada contra la ley proscriptiva y en el momento en que se pone en discusión el tema, en lugar de aprovechar para exigir la derogación definitivadela ley de las PASO por anti-democráticas y proscriptivas, ellos dicen NO por cálculos electoralistas sin importarles que esta ley antidemocratica pueda habilitar más pasos antidemocárticos. ¡Es un escándalo contra los principios de la izquierda revolucionaria este proceder!
El antecedente de Salta es muy preocupante. Y tan o más preocupantes las posiciones que se acaban de conocer de Mirian Bregman del PTS en el mismo sentido. Llamamos al FIT a que se expida públicamente en favor de la derogación completa de esta legislación reaccionaria, so pena de seguir hundiéndose en el fango de la adaptación.