Elecciones en la UBA

En una elección conservadora en la que se fortalecieron el peronismo y el radicalismo, el ¡Ya Basta! se consolida

Acaba de concluir la semana de elecciones a centros de estudiantes y Consejos Directivos en la Universidad de Buenos Aires. Los sectores más fortalecidos en esta elección conservadora fueron el peronismo y el radicalismo. Mientras tanto, el FIT profundiza su retroceso en la UBA y el ¡Ya Basta! se consolida.

Del 2 al 6 de septiembre se llevaron adelante las elecciones en las 13 facultades de la UBA. Se trató de la primera votación en dos años y medio, luego de la maniobra antidemocrática del radicalismo y sus aliados que, con la complicidad del peronismo, establecieron elecciones a Centro cada dos años, lo que tuvo un efecto de despolitizar la discusión de la elección.

Se trató de las primeras elecciones bajo el gobierno de Milei, un gobierno que viene desarrollando su ataque sobre los derechos de las grandes mayorías, y sobre la Universidad pública en particular. Las elecciones de la UBA se desarrollaron en el marco del clima reaccionario que cruza el país y tuvo su expresión en los resultados.

A pesar de haber tenido un primer cuatrimestre marcado por el conflicto universitario, que tuvo su pico en la marcha del 23 de Abril, la lucha educativa no se expresó en un resultado más hacia la izquierda. Esto se debe a la política de las gestiones universitarias y conducciones de centros de estudiantes radicales y peronistas, que se dedicaron a contener el proceso luego de la histórica movilización, negociando con el gobierno. Así, los más beneficiados electoralmente fueron los sectores patronales, que tienen como orientación esperar a 2027 y que Milei deje tierra arrasada en materia de derechos políticos y sociales.

 

El resultado general de la elección fue conservador. Los bloques que resultaron más beneficiados fueron el radicalismo (que a pesar de un leve retroceso controlará 8 de los 13 centros de estudiantes y logró una votación que le permitiría retener la FUBA), y el peronismo (que ahora pasa a conducir 4 centros). La izquierda de conjunto no tuvo una buena elección (el PO perdió Farmacia por enorme distancia y apenas retuvo Veterinaria por unos pocos votos). Esta situación fue totalmente favorecida por la política divisionista del PTS y el PO (que le sigue los pasos sin cuestionamientos) que, al negarse a la unidad, desperdició oportunidades como hubiera sido ganar Filo, entregando el CEFyL al peronismo. Por último, el gobierno de Milei se presentó en unas pocas facultades, sin mover demasiado el amperímetro, lo que muestra que sigue sin hacer pie en la Universidad.

El “reformismo” y el peronismo se reparten los centros

De las 13 facultades, hubo 3 en donde hubo cambios en las conducciones. El bloque “reformista”, que conduce la FUBA y es la expresión directa del rectorado de la UBA logró hacerse con Farmacia y Bioquímica (por sobre el PO que había vaciado ese centro) pero perdió 2 con el peronismo, FADU y Sociales (en esta última facultad conducía la UES, un sector del peronismo aliado a la Franja Morada)

En Farmacia, el PO perdió como era previsible el centro ante el frente conformado por la Franja Morada junto a sectores peronistas, cayendo en su votación del 38 al 25%. En esa facultad el PO hizo todo lo posible para allanarle el camino a la derecha. Ya hacía años que el CEFyB era una cáscara vacía, sin ningún protagonismo en la organización del movimiento estudiantil. Pero la gota que derramó el vaso fue la acción burocrática y escandalosa por parte del PO de poner una patota, rompiendo con toda democracia estudiantil, para impedir la presentación de una lista opositora por izquierda, como construimos desde el ¡Ya Basta! Este derrotero determinó que antes de trascurrida siquiera la mitad de la elección, ya era claro que la Franja sería la nueva conducción.

Por su parte, el bloque comandado por La Cámpora actuó en toda la UBA haciendo campaña con la consigna de la “unidad” del peronismo frente a Milei, en decir que luchan (cuando en realidad no luchan) y en hablar de los espacios de las facultades. Le permitió hacer listas amplias, unificando la mayor parte de las expresiones de ese espacio político (como en FADU, Filo o Sociales) y llegando a hacerse con los centros de FADU (sobre Franja Morada) y Sociales (sobre la UES), en facultades donde las conducciones salientes estaban debilitadas o se posicionaron muy a la derecha con el conflicto educativo (Arquitectura). Por último, se anotaron un avance al llegar a la minoría del Consejo Directivo de Medicina, aunque a muchísima distancia de Nuevo Espacio.

FITU: profundo fracaso de una política oportunista

El gran derrotado de la elección fue el FITU. Fueron el sector de la Universidad que sufrió los mayores retrocesos en término de representaciones y votos, continuando el flojo resultado que ya habían tenido en 2022. El caso más claro se dio en Filo, como explicamos en otra nota , donde en la previa se podía prever como un centro en disputa, pero que con la política criminal del PTS y el FIT de dividir a la izquierda le entregó en bandeja el CEFYL a la lista peronista de El Colectivo.

Es evidente que hay un fracaso profundo en la orientación del PTS para las elecciones de la UBA. Su campaña se basó en 2 elementos: Primero y principal, la división sectaria contra el ¡Ya Basta!, que supuso una entrega de las posiciones de la izquierda y sus posibilidades, especialmente en Filo. Es evidente que el objetivo número uno del PTS era buscar por todos los medios que el ¡Ya Basta! no conquistara posiciones, especialmente la presidencia del CEFyL, aunque eso fuera a costa de regalarle el centro al peronismo. De allí que se dedicaron a una campaña cloacal, llena de provocaciones y cruzando cualquier principio, que tenía como objetivo atacar nuestra campaña y nuestra militancia. El PO actuó sencillamente como un fiel seguidor, plegándose a esta orientación política.

En segundo lugar, actuaron totalmente convencidos (y así de duro fue el fracaso) bajo la creencia de que hacer una campaña vaciada completamente de contenido, únicamente invocando al nombre de Myriam Bregman resolvería algo, imponiendo una lógica profundamente equivocada y reformista de confiar en (unos pocos) parlamentarios en lugar de las propias fuerzas del movimiento estudiantil. Una campaña ridícula, donde fuimos testigos del enojo de muchos militantes del PTS cuando estudiantes afirmaban no conocer a Bregman, y además sustituísta del movimiento estudiantil: pretenden cambiar el debate de ideas y programas por una figura parlamentaria.

El vaciamiento del debate político y la línea electoralista fueron tan brutales que el PTS militó toda la elección sin sacar siquiera una plataforma, con diminutos materiales sin ideas, cuyo eje era la cara de los diputados. Por eso recurrieron exclusivamente a las provocaciones cloacales y estalinistas contra el ¡Ya Basta!, cruzando cualquier línea de principios imaginable. Capitaneado por el PTS, pero con seguidismo absoluto del PO, esa orientación se demostró un fiasco total: en la mayoría de las facultades sufrieron un importante retroceso. Su línea electoralista, con planteos como “estamos a 85 votos” en Filo, y nombrar a su referente nacional no evitaron y, al contrario, al vaciar de cualquier tipo de contenido la campaña, propiciaron una elección muy floja, quedando a 10 puntos del peronismo en Filo y retrocediendo posiciones, cayendo debajo del 10% en Sociales, perdiendo la mitad de votos en Derecho, entre otros.

Por su parte, este 2024 se pudo ver un nuevo capítulo de la debacle sin fin del PO, que se aferra burocráticamente a posiciones conquistadas hace una década que ya no puede sostener. El resultado está a la vista: salieron derrotados por 50 puntos en Farmacia, perdieron posiciones de una década como la mayoría en la junta de historia de Filo, entre otras. Y todo esto con el costo de cruzar nuevos límites al actuar como una burocracia como fue en el caso de Farmacia. Y para colmo, en todas las demás facultades, actuaron de manera impotente, sometiéndose a la línea del PTS, de la que se quejan con las palabras pero que siguen a rajatabla en todos los casos. De la UJS que supo tener un peso importante en la UBA queda apenas una sombra.

En Filo se expresó de manera muy clara cómo ambas corrientes sobreviven como aparatos, llevando a votar decenas de militantes que hace años no cursan ni son parte activa de la vida política de la facultad, muchos ya graduados. La votación del FITU en Filo no refleja la relación de fuerzas en la vanguardia y entre los estudiantes que viven el día a día de la facultad.

El ¡Ya Basta! se consolida como fuerza para renovar a la izquierda

Desde el ¡Ya Basta! participamos en las elecciones en 8 facultades: Filo, Sociales, Psico, Derecho, FADU, Exactas, Medicina y Farmacia (en la elección a Consejo, donde el PO no logró proscribir nuestra lista). Nuestra campaña fue completamente opuesta a la del FIT: planteamos que ante el gobierno de Milei, con sus ataques a la Universidad y todos nuestros derechos, las conducciones peronistas y radicales no van más. Por eso, impulsamos la necesidad de revolucionar los centros de estudiantes para darle una nueva dirección, que apueste a la construcción de un movimiento estudiantil de lucha, que pelee junto a les trabajadores y se organice para derrotar el plan de Milei.

Al contrario de la posición divisionista del FIT, desde nuestra organización impulsamos desde el mes de Mayo la unidad de toda la izquierda en toda la UBA para avanzar posiciones en el movimiento estudiantil, en particular en Filosofía y Letras, donde la izquierda podía ganar. Los balances del PTS y del PO son deshonestos, porque no tienen en cuenta esta verdad política elemental: que el ¡Ya Basta! peleó a brazo partido por la unidad, con una última propuesta de triple presidencia compartida entre las tres fuerzas, así como propuestas unitarias en todas las facultades. Mientras tanto, el FIT se negó, únicamente a razón de un cálculo electoralista sobre las elecciones nacionales de 2025, donde no quieren que se exprese el Nuevo MAS.

Hoy es claro que la política que impulsamos se demostró correcta: de haber hecho listas comunes se hubiera conquistado el CEFyL, más representaciones en las Juntas de carreras, y se hubiera generado un importante impacto al unificar a la izquierda, lo que habría colocado nuestra fuerza política como un actor central en la elección. La deriva electoralista criminal del PTS, cuyo único objetivo era intentar fortalecer su figura nacional, resultó en la entrega de posiciones del movimiento estudiantil al peronismo.

Por nuestra parte, impulsamos una enorme campaña que nos planteó como una de las corrientes más militantes de la UBA, con una gran presencia y enorme entusiasmo de la juventud del ¡Ya Basta! Ante el clima reaccionario de la elección, dimos una gran batalla por llenar de contenido político el debate de la elección, con un programa para el movimiento estudiantil, una perspectiva anticapitalista crítica de la Universidad, en debate con las orientaciones que imponen a las facultades las diferentes gestiones, y propuestas e iniciativas para los centros y todas las carreras.

El resultado es un fortalecimiento y consolidación del ¡Ya Basta! en toda la Universidad. En Filo, conquistando un 10% de los votos, logramos duplicar nuestra representación en la Comisión Directiva del CEFyL, logrando dos secretarías. Es evidente que nos hemos convertido en la principal agrupación de la facultad. En las demás facultades hemos logrado buenas proporciones respecto del FIT, de entre 3 a 1 a 4 a 1, en el marco de una elección conservadora con pocos votos para la izquierda. Y, en términos de militancia orgánica, el desarrollo del ¡Ya Basta! es evidente, superando en número a la orgánica de las corrientes del FITU.

A la salida de estas elecciones, el ¡Ya Basta! se consolida como una de las organizaciones que pisa fuerte en la UBA. Lo que dan cuenta los resultados es que es fundamental renovar a la izquierda para ser alternativa. Con toda la fuerza de nuestra joven militancia, llena de entusiasmo y energías, seguiremos consolidando esta organización que se prepara para grandes batallas contra el gobierno de Milei, impulsando la acción independiente del movimiento estudiantil en unidad con les trabajadores, con una perspectiva anticapitalista para transformarlo todo. Agradecemos a todes les estudiantes que nos acompañaron con su voto en toda la UBA y les invitamos a sumarse a nuestra agrupación para seguir construyendo el ¡Ya Basta!

Seremos directos: Te necesitamos para seguir creciendo.

Manteniendo independencia económica de cualquier empresa o gobierno, Izquierda Web se sustenta con el aporte de las y los trabajadores.
Sumate con un pequeño aporte mensual para que crezca una voz anticapitalista.

Me Quiero Suscribir

Sumate a la discusión dejando un comentario:

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí