En CABA los problemas en la educación se vienen profundizando desde hace años. El gobierno de Larreta y Acuña no ha hecho más que seguir desinvirtiendo y recortando presupuesto; los resultados están a la vista: salarios de miseria para la docencia, escuelas que se caen a pedazos y que se inundan cada vez que llueve, plagas de ratas y de otros animales que alteran la vida cotidiana en los colegios y que exponen a la comunidad educativa al riesgo de contraer enfermedades. Sin embargo, esta situación no se reduce solo a la Ciudad, sino que es parte de un cuadro de conjunto de bancarrota del Estado argentino y de una crisis profunda de infraestructura en la educación y en la salud producto de décadas de desinversión y de ajuste que hoy, bajo el gobierno de Alberto Fernández, CFK y Massa, sigue desarrollándose.

Y, al mismo tiempo, desde el gobierno porteño se ha llevado adelante una serie de ataques permanentes y de demonización de la docencia para poner a la sociedad en contra nuestra cuando somos nosotres quienes ponemos el cuerpo frente a todas estas adversidades para que les niñes y adolescentes puedan aprender. Buscan que nos resignemos y aceptemos la miseria salarial y el recorte de derechos. De esta manera, provocan que cada vez sean más docentes quienes abandonen esta profesión o que sean menos quienes quieran sumarse a este trabajo; en consecuencia hoy son muchas escuelas en las que no hay docentes y, por lo tanto, muchos estudiantes no tienen clases.

El ajuste y el ataque permanente a la educación y a las condiciones de trabajo de la docencia le hacen el juego a la extrema derecha de Milei que quiere destruir la educación pública y que tiene propuestas ultra reaccionarias como un sistema de vouchers cuya concepción central es que la educación no es un derecho sino un negocio más en el mercado capitalista. Además, su plan es destruir a la clase trabajadora, atacando todas las conquistas que tenemos, todos nuestros derechos y prohibiendo los sindicatos.

Ante este panorama de crisis educativa a nivel nacional y de la Ciudad y frente al avance de la ultraderecha que quiere liquidar todos nuestros derechos, la Celeste – actual conducción de UTE, no ha defendido a la docencia, cumpliendo un rol traidor al poner trabas a la organización por abajo en los colegios y a la puesta en pie de asambleas zonales y por escuela, impidiendo de esta manera que la docencia se ponga de pie y se levante de forma masiva para asestar un duro golpe a las políticas de ajuste de Larreta y Acuña.

Tanta traición por parte de la Celeste ha generado una situación de gran descontento en el sindicato que ha llevado incluso a muchos docentes a desafiliarse. En este contexto, un sector de esa conducción decidió romper y formar una nueva agrupación, la CTE, con el objetivo de no quedar pegados al desprestigio de la Celeste y poder ganar la conducción mostrándose como algo nuevo cuando han sido parte de la política traidora de la Celeste durante todos estos años.

Para hacer frente a la política traidora de la Celeste y a la complicidad de la CTE, desde la agrupación docente Carlos Fuentealba y las distintas agrupaciones de izquierda nos hemos unido y puesto en pie el frente Multicolor, la única Lista independiente del gobierno y de los poderosos, feminista y antiburocrático, para poder recuperar UTE para que sea una herramienta de lucha contra el ajuste y contra el avance de la ultraderecha.

La Carlos Fuentealba en la Multicolor propone otro modelo de sindicato, activo y desde las bases, con una participación directa de todos los afiliados, que multiplique la organización con reuniones y asambleas en las escuelas y así sirva para sumar a toda la docencia a plantarse contra el ajuste, por nuestros derechos, en defensa de la educación pública y contra la derecha reaccionaria.

¡Sumate a la Agrupación Carlos Fuentealba para darle fuerza a la Multicolor por un sindicato que se plante contra el ajuste y que esté a la altura de los tiempos que se vienen!