Elecciones CTA T: con Yasky y la Embajada yanqui o con la Multicolor de los trabajadores

La conducción de Yasky y Baradel convocaron a elecciones el 9 de Noviembre del 2022 para elegir las autoridades de la "fracción" de la CTA que dirigen.

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La conducción de Yasky y Baradel convocaron a elecciones el 9 de Noviembre del 2022 para elegir las autoridades de la «fracción» de la CTA que dirigen, desde la ruptura producida con el sector de Víctor De Gennaro y «Cachorro» Godoy en el año 2010.

Estas elecciones se llevarán adelante prácticamente a 30 años de la fundación de la CTA original, el balance no puede ser más lapidario: el proyecto de «Central de Masas» terminó en un fracaso total y en la disputa del aparato entre camarillas alejadas de las luchas y necesidades  de lxs activistas y trabajadorxs que confiaron en la propuesta.

Todo lo contrario al «Grito de Burzaco», donde  se proponía «un nuevo modelo sindical» en base a cuatro puntos: 1. Autonomía sindical respecto del Estado, los patrones y partidos. 2. Democracia sindical, rechazando las estériles divisiones y el sectarismo. 3. Apertura a otras organizaciones sociales. 4. Revalorizar la ética gremial.

Baradel y Yasky con el embajador yanqui Stanley.

Cuatro puntos que contrastan con la actual realidad. Abandonando completamente los tan «cacareados» principios, asistimos a la mayor integración política de la CTA de los Trabajadores (y la otra) tanto al Estado como al gobierno del Frente de Todos, expresado en la presencia de Hugo Yasky como diputado del oficialista FdT, de Cecilia Cecchini histórica dirigente del SUTEBA como Jefa de Gabinete en el Ministerio de Trabajo de la Prov de Buenos Aires, como también de Pedro Wasiejko como Presidente (interventor) en el Astillero Río Santiago.

Son 30 años de verso (de las dos fracciones) que dejan al desnudo un proyecto que, más allá de los falsos discursos «clasistas», nunca impulsó de verdad la independencia política de la clase obrera; siempre fue un proyecto donde los trabajadores  cumplían el rol de furgón de cola de cuanto sector burgués supuestamente «progresista»  apareciera en el camino.

Se pueden tomar muchos ejemplos para demostrar esto, pero hay dos que sintetizan esta orientación. El primero fue su oposición a echar a De la Rúa cuando se desarrollaron las Jornadas del 19 y 20 de diciembre del 2001, dejando a la luz su completa subordinación a las instituciones burguesas de la democracia de los ricos, el parlamento, la justicia y en particular el gobierno de De La Rúa, todos fuertemente cuestionados por la movilización popular, sintetizada en el grito ¡Que se vayan todos, que no quede, ni uno solo!

La segunda tiene que ver con las disputas y diferencias que produjo  dentro de la Central el posicionamiento con el kirchnerismo, que terminó de eclosionar alrededor del conflicto abierto por la «resolución 125» con los capitalistas del campo, donde la actual CTA de los Trabajadores apoyó al gobierno K y el sector de De Gennaro apoyó al «campo», demostrando en los hechos que ambos sectores carecen de una política independiente de los sectores patronales en pugna, que ponga sobre la mesa la defensa de los intereses de la clase trabajdora.

Finalmente el verso se acabó y hoy ambas fracciones  están integradas en distintos niveles  al gobierno y al partido gobernante, y son co-responsables en estos últimos años del ajuste que el gobierno del FdT viene implementando, agravado en los últimos meses por el acuerdo entreguista con el FMI, cuya consecuencia directa es la reciente aprobación del presupuesto nacional que viene con un fuerte recorte para las partidas de educación, salud, ayuda social, etc, anticipando que los salarios de docentes y estatales seguirán de mal en peor comidos por una inflación que no para de crecer, dejando los ingresos en muchos casos por debajo de la línea de pobreza.

Ese es el motivo por el cual la CTA de  los Trabajadores, CTERA, SUTEBA, ATE Verde y Blanca, se niegan a llamar a una verdadera lucha nacional contra el ajuste de los gobiernos nacional y provinciales, dándole la espalda a miles de docentes y estatales que a lo largo y ancho del país han realizado innumerables medidas  de fuerza por la recomposición salarial.

Pero lo más escandoloso y que demuestra el grado de descomposición de esta conducción, es la visita que realizaron al embajador yanki los máximos dirigentes de la Central Yasky y Baradel, un grado de cipayismo intolerable para cualquier dirigente sindical que se considere mínimamente «popular». Y tampoco hay que olvidar las declaraciones «carneras» de Pedro Wasiejko poniéndose del lado de la patronal y el gobierno, contra la lucha de los trabajadores del neumático y el SUTNA, que nada tienen que envidiar a la actitud de la repodrida y traidora burocracia de la CGT.

Más allá de las promesas del «nuevo modelo sindical» propuesto originalmente, donde se resaltaba la «elección directa» como el summun de la participación democrática, la realidad es que nunca las elecciones de la CTA fueron un ejemplo de transparencia democrática; recordemos las acusaciones de fraude cruzadas en el año 2010 que derivaron en la posterior ruptura. La próxima convocatoria del 9/11 no será la excepción. Si tenemos en cuenta que se declara un padrón inflado que incluye miles de afiliados directos de «organizaciones sociales» y una organización electoral completamente manipulada de centenares de mesas de votación «volantes» dispersas por todo el país, se hace impracticable cualquier fiscalización. Si agregamos a este panorama que por las bases la elección «no mueve el amperímetro», estamos ante un fraude organizado, donde el ganador está determinado de antemano y es el sector dirigente que domina el aparato.

Se conformó la Lista 6 Multicolor

A pesar de todas las trabas y limitaciones, es necesario dar la pelea política para darle un canal de expresión y organización al activismo y las bases de los gremios que conforman la CTA de los Trabajadores, para recuperar la Central y cambiar la orientación actual de sometimiento a los dictados del gobierno y el FMI y colocarla al servicio de la lucha de las y los trabajadores docentes y estatales.

Con este objetivo, desde la Lista Gris Docente Carlos Fuentealba, la Lista Gris de ATE y Judiciales Clasistas integrantes de la Corriente Sindical 18 de Diciembre, junto a la mayoría de los sectores antiburocráticos hemos conformado la Lista 6 Multicolor, una lista UNITARIA que integra a dirigentes, delegados, juntas internas y seccionales, que salieron a luchar contra el ajuste a pesar de la entrega de la conducción, como son los SUTEBA Multicolor, ATEN Capital, activistas de la gran huelga autoconvocada de “los elefantes” de Neuquén, etc.

A contramano de este esfuerzo unitario, el PTS en una actitud divisionista y sectaria rompió la unidad y  presentó su propia lista marginal, dándole el mejor regalo para la burocracia de Yasky y Baradel. Una verguenza.

Sumate a la campaña de la Lista 6 Multicolor

Apoyá la campaña de la Multicolor, sumate a las actividades de la Corriente Sindical 18 Diciembre para impulsar un programa de lucha que rompa con el gobierno del pacto con el FMI, que la Central se defina por un paro general por un  salario mínimo de $190.000 ajustado por inflación, para terminar con los contratos y la precarización laboral y por la defensa del Estatuto Docente y los convenios colectivos. Por la unidad de ocupados y desocupados. Que la plata salga de bolsilllos de los capitalistas, empezando por subir las retenciones al 50% y del no pago de la deuda externa.

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