
Rechazamos la resolución de Trotta y el Consejo Federal de Educación para la vuelta a clases sin poner un peso para readecuar y construir escuelas
El gobierno nacional, a través del Consejo Federal de Educación del que son parte la totalidad de las provincias, habilitó el regreso a las escuelas con un protocolo con un “semáforo epidemiológico”, por el cual en términos concretos cedió a que ya la próxima semana Horacio Rodríguez Larreta esté habilitado para, sin las condiciones sanitarias, retornar a las actividades presenciales.
Nicolás Trotta, artífice del abandono educativo junto al macrismo y todos los gobernadores, dejaron explícitamente afuera referencia alguna a plan de obras públicas para construir aulas, baños, escuelas nuevas, cargos para docentes y auxiliares para poder compatibilizar el derecho a la educación al mismo tiempo que cuidar las condiciones sanitarias.
Desde la agrupación Carlos Fuentealba somos claros hoy es evidente que el “plan educativo” es un verdadero fracaso. Una verdadera tragedia social, cientos de miles de estudiantes excluidos del sistema educativo. El gobierno fue incapaz de organizar provisoriamente la conectividad y dispositivos para paliar la imposibilidad de la educación presencial en el pico de contagios. Cuando la pandemia requería destinar presupuesto a la educación hizo un ajuste, lo contrario a la necesidad de preparar las condiciones para la vuelta a las escuelas.
A diferencia en Salud y pesar que el esfuerzo central lo lleva adelante el personal con salarios miserables, aun así volcaron algunos recursos (insuficientes) para construir contados hospitales, reequipar algunos centros sanitarios, etc. El gobierno demostró que si tomó la definición política de abandonar la educación, ya que en vez de destinar recursos, aplica un ajuste permanente,
Entonces no es de extrañar, que el mismo gobierno que era unilateral y se paraba desde la salud mientras abandonaba la educación, ahora pegue el bandazo y habilite un criterio epidemiológico en “nombre” de la educación. Y decimos en nombre porque ni al macrismo ni al gobierno le interesa la educación ahora, sólo los mueve la normalización económica al servicio de los empresarios, habilitar la escuela como guardería para que los padres pueda ir a trabajar y no complicar la economía de los capitalistas.
Hace falta un fuerte aumento presupuestario ya, pero lejos de eso el gobierno esta semana recibió al FMI que exige más y más ajuste y para garantizarlo dan prioridad presupuestaria a las fuerzas represivas.
La CTERA y sus agrupaciones provinciales como SUTEBA; UTE; UEPC; ATEN, por nombrar algunas, sigue de espaldas a este debate sobre la profunda crisis de educativa, de ajuste y exclusión, es necesario que se escuche la voz de la docencia la única ausente en todo este debate. Lamentablemente, en las agrupaciones de oposición, como se expresó en el pasado plenario multicolor del jueves 8, prima un criterio rutinario de defensa corporativa de la salud docente sin ningún planteo concreto de luchar contra el abandono educativo para generar las condiciones para volver en el 2021. En un plenario cada vez más amañado, en el que se limitó el uso de la palabra con un debate tan importante en curso, no se permitió votar nuestra consigna programática y burocráticamente se sacó por “consenso” de algunos, una posición a la defensiva que le regala el monopolio de este trascendental debate al gobierno, el macrismo y la burocracia sindical.
Sin embargo, entre la docencia, los estudiantes, la comunidad educativa crece el debate, la bronca y la incertidumbre sobre la educación. Por eso, desde la agrupación Carlos Fuentealba llamamos a rechazar la resolución de Trotta y el Consejo Federal Educativo, a exigir que se escuche la voz de la docencia frente a esta crisis educativa, llamamos a luchar en las calles por presupuesto ya para volver a la educación presencial en condiciones sanitarias en el 2021 con un plan de obras públicas para readecuar y construir escuelas. Con apertura de cargos para docentes y auxiliares que permitan desdoblar los cursos y recuperar los estudiantes excluidos. Llamamos a conformar comités de higiene en cada escuela para exigir que obras y medidas se deben tomar en cada establecimiento con la docencia, las familias y los estudiantes secundarios.






