Desde la Corriente Sindical 18 de diciembre y el Nuevo MAS estuvimos acompañando ayer la manifestación de los choferes de la línea 160 frente las puertas de la empresa en Claypole, en reclamo por la reincorporación de un compañero, despedido por causas persecutorias.

Estuvimos charlando con Mijael, recientemente electo delegado de la nueva junta interna, y Franco, compañero despedido el pasado 29/11 y miembro de la comisión directiva del sindicato.

Los compañeros afirman que el despido, además de ser ilegal dado que se encuentra vigente la ley antidespidos, corresponde a obvias razones persecutorias.

Y no es para suponer otra cosa, ya que el hecho se enmarca al calor de la experiencia que están llevando a cabo los choferes de la 160, habiendo celebrado el pasado 19/11 las elecciones de delegados en la línea y recibiendo un importante apoyo con más de 180 votos.

Los trabajadores nos han contado que la empresa viene imponiendo condiciones brutales de trabajo, sin descansos, sin regularidad de horario ni de francos, causando un stress y lesiones que redundan en pedidos de licencia médica. Y para colmo, la patronal también ha bloqueado los pagos por ART, dejando sin sueldo a los compañeros en varias oportunidades.

También está el problema del salario de los compañeros, el cual promedia los 70 mil pesos, rozando la línea de pobreza. En ese punto coincidimos en la necesidad de llevar el mínimo vital y móvil a 100 mil, en consonancia con el proyecto impulsado por la referente de izquierda, Manuela Castañeira.

Respecto de la reciente elección de la nueva junta interna, esta generó una serie de medidas persecutorias desde la empresa hacia los activistas, desde suspensiones hasta el despido del compañero Franco.

La acción de este miércoles es una primera respuesta a los ataques de la patronal. Desde la Corriente Sindical 18 de diciembre y el Nuevo MAS nos ponemos a disposición de los choferes de la 160 para las medidas que decidan de aquí en más.