
La guerra entre Rusia y Ucrania ha disparado los precios internacionales de los combustibles y la energía. Los efectos ya empiezan a sentirse con fuerza en la Argentina.
Puntualmente en los últimos días comenzó a extenderse por todo el país un faltante de Gasoil. Se trata de un combustible imprescindible para las maquinarias agrícolas y el transporte de cargas y de pasajeros.
Un tercio del gasoil que consume el aparato productivo del país es importado, por lo que el impacto internacional es muy fuerte. Las petroleras dicen que es difícil conseguir ante la restricción de la oferta desde la invasión de Rusia a Ucrania.
Por eso, las empresas de transporte y logística que suelen abastecerse de Gasoil mediante canales mayoristas están recurriendo a las estaciones de servicio, donde el precio es más barato. El resultado: largas filas de camiones en distintos lugares del país para tratar de conseguir Gasoil a precios más baratos. Por lo que muchas estaciones de servicio están racionando la cantidad de litros que venden por cliente.
Según trascendió a través del portal Infobae, muchos productores y transportistas admiten que el cupo de carga de litros por cliente desaparece si se está dispuesto a pagar un «precio blue», mucho más caro, dando lugar así a un mercado negro impulsado por las propias empresas intermediarias que le compran el gasoil a las petroleras.
De esta manera, las empresas presionan para que el aumento en los precios que ya aplican «en negro» se haga oficial en el precio de los surtidores de empresas como YPF, una de las principales productoras de Gasoil del país.
La disparada de los precios ha generado una ola de especulación que también influye en las dificultades para hacerse de dicho combustible. Algunas grandes empresas transportistas siguen teniendo acceso a la compra de cantidades importantes de gasoil y lo «revenden» a precios exorbitantes.
Esta combinación entre los aumentos de precios internacionales y la especulación local puede llegar a agravar aun más el problema de la inflación en nuestro país, que en marzo se calcula arriba del 5%. Ya que los transportistas que acceden al Gasoil a precios mucho más altos luego le «transfieren» esos aumentos a sus clientes. La incipiente crisis del Gasoil puede dar lugar a una aceleración mucho más grave y rápida del proceso inflacionario.